El propósito de esta ponencia es presentar algunos avances alcanzados en el marco de un proyecto en curso cuya finalidad es rescatar el proceso de construcción de la identidad de migrantes en el país llegados desde Europa del Este a partir de los relatos que estos mismos sujetos hacen de la experiencia migratoria iniciada tras la disolución de la Unión Soviética. La propuesta de esta investigación se funda en que los individuos son sujetos reflexivos y por ello, a través de sus narrativas personales informan acerca de sus microcosmos de relaciones y vínculos sociales ya sea en el presente o en evocaciones de épocas pasadas. Guía esta preocupación la convicción de que existen conexiones entre sociedad y cultura; y, en particular, la certeza de que la cultura está en la base de la noción de identidad social. Identidad que debe reconfigurarse a partir de la pérdida de las referencias de la sociedad de origen (en este grupo además, la pérdida del idioma) y la confrontación con las identidades en destino. Repertorios de símbolos e identificaciones se ponen en juego de un lado y del otro. La experiencia migratoria en este grupo genera una gran cantidad de relatos en los que se descubren sentimientos ambivalentes a la hora de que los entrevistados se reconozcan y definan en términos de su origen, nacionalidad y etnia. Lugar de nacimiento, “sangre”, rasgos distintivos sean físicos o culturales, ponen de relieve lo que podría definirlos como grupo. Esta variada y, a veces contradictoria, identificación anuncia la necesidad de reflexionar en torno a la identidad colectiva que manifiestan estas colectividades afincadas en Argentina. Sus narraciones en primera persona no sólo permiten conocer atributos de identidad, sino también las instituciones que operan tras esas conformaciones a través de discursos y símbolos compartidos. Retomando esas cuestiones, el proyecto indaga y profundiza en los aspectos que conforman la identidad social de los pueblos y cómo intervienen en ese proceso las representaciones sociales del pasado y la cultura compartida. En el marco de los procesos migratorios globales que se dan hoy, importantes por su número y diversidad espacial, cultural y social, estudiar las identidades de estas personas, sus sentidos de pertenencia y los procesos de construcción de estas adscripciones es de singular valía en sociedades que cada vez más se dicen y se piensan multiculturales.