La Corona Española estableció las visitas a la tierra debido a la poca aplicación que tenían en América las leyes del Consejo de Indias para la protección y buen trato de los indios, con lo cual se esperaba mejorar la administración sobre la población de naturales. El presidente de la Audiencia nombraba un oidor para realizar la visita. Este visitador informaba a los indios sobre la doctrina que debían recibir, las tasas de tributos que tenían que pagar, y del buen trato que, como vasallos del rey, merecían de sus encomenderos. Estos objetivos eran desglosados en cuestionarios, con los cuales el visitador interrogaba a caciques, indios, clérigos, encomenderos y mayordomos, sobre varios asuntos: impartición de la doctrina, persistencia de idolatrías y abusos sufridos por los naturales. En lo temporal, investigaba si el repartimiento estaba poblado en tierras suficientes y fértiles, y si los indios eran protegidos de quienes atentaban contra sus personas y bienes. Verificaba que vivieran separados de mestizos y esclavos, para evitar agravios; moderaba los tributos exigidos y garantizaba el pago por sus trabajos. En los interrogatorios el visitador recogía información suficiente para tomar las medidas pertienentes al final de cada visita, que consistían en castigos contra corregidores, encomenderos, capataces o mayordomos, acusados de maltrato a los indios. Las visitas a la tierra realizadas en el Nuevo Reino de Granada (actual Colombia) durante el siglo XVII, además de ser una rica fuente para investigar la economía agrícola en el régimen de la Encomienda, permiten conocer otros aspectos de la vida indígena como su composición familiar, convivencia de elementos religiosos cristianos e idólatras, prácticas de alimentación, curación, sexualidad, y formas de violencia ejercidas sobre los indios para exhortarlos al trabajo. El objetivo de esta exposición es mostrar que en la abundante documentasción genrada por las visitas a la tierra es posible estudiar el proceso de “ladinización” de los indios del Nuevo Reino de Granada, con matices diferentes según la región donde habitaran. Ello se aprecia en la presencia de intérpretes, la demografía indígena, la asimilación de elementos europeos y las estrategias empleadas para sobrevivir al trabajo en la encomienda, dejando ver la adaptación de los indios para enfrentar las condiciones adversas de la Encomienda, que no difería mucho de la esclavitud.