Las acciones colectivas de protesta han tenido una presencia notable en la Argentina de las últimas décadas, producto de la dinámica propia a toda sociedad de clases, con intereses y posicionamientos contradictorios. Sin embargo, un discurso hegemónico se ha instalado en los últimos años –promovido por diversos espacios políticos y por las principales empresas mediáticas-, que elude esta raíz histórica de la conflictividad y la coloca en un lugar de anomalía o “anormalidad” social. Dicho imaginario se sintetiza en “la grieta”, concepto hoy instalado masivamente y que resume la idea de la división entre los argentinos, que debe ser resuelta mediante una “pacificación”. El objetivo de nuestro trabajo será explorar qué incidencias tiene dicho concepto en una muestra de la población asalariada del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y a su vez dar cuenta de la participación de dicha población en las manifestaciones y organizaciones colectivas. El estudio se basó en una encuesta no probabilística aplicada sobre 120 casos, respetando proporcionalmente cuotas de edad y sexo sobre la Población Económica Activa (PEA). Una de las razones para la aplicación del estudio en sectores asalariados es que, además de tratarse de la clase social más extensa en una división del trabajo de carácter capitalista, se trata de un sector seriamente afectado por las medidas adoptadas desde diciembre de 2015 (despidos, disminución relativa del salario en su capacidad de consumo, escalada inflacionaria), lo que en definitiva plantea un escenario de tensión y conflictividad cuyos primeros rasgos comenzaron a dibujarse durante todo el año 2016.