Este trabajo se propone caracterizar una nueva fuerza de seguridad en el municipio de Vicente López, los “Guardianes de Calle”, implementada luego de comenzada la gestión del nuevo intendente Jorge Macri. En concreto, se intenta analizar la relación que ésta mantiene con el territorio sobre el cual opera, es decir cómo se expresan las estrategias de control sobre el espacio público en el caso particular del distrito analizado. El trabajo traza una diferencia fundamental entre las políticas de combate efectivo de la delincuencia y políticas abocadas a combatir la “sensación de inseguridad”. Las dos están delineadas para dos públicos distintos, con objetivos muy diferentes y funcionan de maneras disímiles, pero se entrelazan constantemente. Es interés particular del trabajo preguntarse acerca del vínculo con el público al cual está dirigido dicho cuerpo y aquél sobre el cual es aplicado el control, tanto en la dimensión del discurso como en la práctica, entendiendo que ambos son distintos en relación al sector social al que pertenecen. Sin embargo, vemos que las estrategias que se despliegan desde el Estado local con esta nueva fuerza no siempre obedecen a los discursos oficiales, y que estos discursos presentan interesantes grietas. Nos planteamos así otra pregunta: ¿este cuerpo de seguridad, en teoría diseñado para el control social de las clases bajas, funciona a la vez como un mecanismo de vigilancia por parte del Estado local que recae sobre las propias clases dominantes?