En los inicios de las repúblicas latinoamericanas, sus clases dirigentes necesitaron construir una identidad nacional a partir de un pasado común, fundamento de un presente y un futuro común. A la historia le cupo esa tarea unificadora: junto con la bandera, el escudo, el himno o la canción nacional, se debían afianzar fechas patrias, destacando en ellas a los héroes nacionales y padres de la patria. Lo importante y fundamental era que todos se sintieran parte de la nación. Así, el sistema educativo formal fue uno de los principales vehículos de transmisión de los valores y conocimientos que formaron el modelo concreto que la sociedad deseaba, entregando los contenidos por medio de escritos con el valor de documentos representativos de los discursos que los sectores dominantes de la sociedad pretendían transmitir. De tal forma, por medio del estudio de los manuales escolares se buscará establecer cuál fue la visión que éstos presentaban al estudiante durante la época propuesta, de formación del estado y álgida en cuestiones limítrofes.