En los últimos años se ha producido en Uruguay un incremento de la matrícula femenina en los estudios terciarios y universitarios, pero la misma no se ha distribuido de forma equitativa entre las instituciones, servicios y carreras. Según los datos presentados por el Ministerio de Educación y Cultura, las mujeres continúan eligiendo formarse en estudios “típicamente femeninos”, como lo son la docencia y algunas actividades vinculadas a la medicina; y los varones continúan eligiendo estudios “típicamente masculinos”, vinculados a la ingeniería y agronomía (MEC: 2011) Algunas investigaciones realizadas en España señalan que existen factores socioculturales y psicosociales que inciden en estas elecciones diferenciadas entre varones y mujeres. Dentro de los factores socioculturales se encuentran algunas variables estructurales, como la clase social; los roles y estereotipos de género; y la influencia social sobre la elección de estudios técnicos. Según Burguete, Martínez y Gonzáles (2010) los estereotipos de género, son transmitidos y perpetuados en la familia, la escuela y los medios de comunicación, siendo los encargados de crear una identidad de género y determinar las diferencias socioculturles entre varones y mujeres. Por otro lado, como factores psicosociales que incluyen en la elección de carrera se incluyen las actitudes hacia la tecnología, la habilidad percibida hacia la matemática y la tecnología, el autoconcepto sobre las matemáticas y la tecnología, las motivaciones e intereses académicos y profesionales, la utilidad percibida para el futuro, el interés, la importancia de los estudios y expectativas de éxito (Castaño, 2008) El concepto de “autoeficacia” propuesto por Bandura (1987) toma un rol central en varias de las investigaciones que analizan los factores psicosociales, entendiendo que la valoración que hacen las personas acerca de sus capacidades para alcanzar determinados rendimientos incide en las elecciones que éstas al momento de seleccionar sus estudios terciarios. El objetivo de este trabajo es discutir teóricamente la relevancia de estos dos grandes tipos de factores en la elección de los estudios superiores, realizando una articulación desde la sociología de género. Para ello se toman como referentes el concepto de “socialización de sexo” propuesto por Saltzman (1992) y de “sistema de género” planteado por Anderson (2006)