La Agricultura Familiar (AF) se ha tornado relevante en la agenda pública en los últimos 12 años, tanto a nivel regional como a nivel nacional. El origen de este proceso fue la creación de la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar (REAF) en el 2004 como un “espacio de encuentro entre productores familiares, organizaciones e instituciones rurales, con el objetivo de generar un marco de políticas públicas regionales para la AF”[1]. Ésta reunión da lugar al Foro Nacional de Agricultura Familiar (FoNAF), que en el 2008 se transforma en la Federación de Organizaciones Nucleadas en la Agricultura Familiar (FONAF), comprendida por 460 organizaciones[2]. La institucionalidad del sector siguió creciendo progresivamente en Argentina, son varios los dispositivos que dan cuenta de ese proceso: en 2005 se crea el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF), y dentro de esa estructura los Institutos de Investigación para la Agricultura Familiar (IPAF) regionales. En el 2007 se implementa el Registro Nacional de Agricultores Familiares (RENAF). En el 2008 se pone en marcha la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar a nivel nacional, dentro de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA), que en el 2009 asciende al rango de Secretaría. En julio del 2014 se desdobla y por un lado se crea la Secretaría de Agricultura Familiar y por otro la de Desarrollo Rural. Este proceso culmina con la sanción a nivel nacional de la ley Nº 27118 de “Reparación Histórica de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena”, posterior a la Ley Provincial de San Juan de AF, Nº 8522/14, siendo la primera provincia en Argentina en sancionar una ley específica para el sector. Si bien dicha normativa está vigente aún carece de reglamentación; es por ello que este trabajo aspira a ser un insumo para dicho proceso legislativo. Su objetivo es visibilizar las principales problemáticas de la AF en San Juan y proponer lineamientos de políticas estatales que la aborden, con el propósito de contribuir con líneas de acción posibles que mejoren sus trayectorias. Metodológicamente se propone una triangulación de datos cuantitativos, de fuentes secundarias, con datos cualitativos, provenientes de fuentes primarias, con una primacía en el análisis de éstos últimos. Las técnicas de recolección son dos, por un lado entrevistas no estructuradas a informantes claves (agricultores familiares, funcionarios públicos, dirigentes sociales, etc.) y, por otro, estrategias provenientes de metodologías participativas, especialmente grupos focales con técnicos de instituciones públicas que mantienen un constante contacto con los AF. Las categorías centrales que se abordarán serán agricultura familiar (FONAF, 2009) y políticas estatales (Oszlak y O`Donell, 1976). [1] Página oficial: http://www.reafmercosul.org/ [2] www.fonaf.org.ar