La pandemia puso en el centro de la escena la lógica del funcionamiento del virus. Se trata de un dispositivo cuasibiológico que se introduce en una célula viva, conminándola a repetir indefinidamente la fórmula que lo reproduce. Más allá de su existencia natural, ¿es posible plantear una dimensión viral que infecta las propias prácticas culturales? Indagar en las características de la imagen contemporánea permitirá aportar fundamentos para destacar la tensión entre la lógica de lo viral y la lógica de lo antiviral, cuestión central que supone uno de los más grandes desafíos culturales de la sociedad que viene.