p { margin-right: 0.4cm; margin-top: 0.49cm; margin-bottom: 0.49cm; direction: ltr; color: rgb(0, 0, 0); text-align: justify; widows: 2; orphans: 2; }p.western { font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; }p.cjk { font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; }p.ctl { font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; }a:link { color: rgb(0, 0, 255); } La generación de compost in situ representa una amplia variedad de beneficios como ser: un ahorro en insumos; optimización del uso del suelo, disminuyendo el espacio utilizado para disposición de residuos; menor impacto ambiental que la incineración y la disposición final; no se destruyen recursos no renovables como es el caso de la extracción del horizonte A del suelo y de turba. El compost puede ser utilizado de varias maneras y en diferentes ambientes, como mejorador de suelos, sustrato o abono orgánico para macetas y fuente de humus. (Abad et al 2001; Valenzuela 2005; Gallardo 2005; Raviv 2005; Moore 2004; Zubillaga Lavado 2001). En el Jardín A. E. Ragonese (INTA Castelar) (JAER) los residuos de poda eran acumulados en un sector del jardín y se realizaba la compra de compost comercial. Esto implicaba la perdida de espacio para el desarrollo de otras actividades y gastos de compost comercial. Con este trabajo se intento demostrar que se puede generar un compost de buena calidad mediante la recirculación de los residuos de poda, con una baja inversión amortizable en un corto plazo, con técnicas sencillas y de carácter aplicable a municipios y a otros jardines botánicos. Como también, establecer que técnica utilizada brinda un mejor compost