El interés particular de estudiar las diferentes formas de habitar un espacio a partir de condiciones precarias y marginales me ubicaron en el barrio Bello Oriente; un sector que es poco conocido en la ciudad de Medellín, Colombia. De esta manera, empecé investigando su historia desde la recolección de archivos fotográficos y relatos de la comunidad como vehículo y excusa para estudiar de forma pictórica y matérica, una memoria que viene consignada en una arquitectura poco regular e insegura, que evidencia no solo un problema socioeconómico de vivienda, sino las maneras particulares de construir un lugar propio. Lo anterior, me llevó a entender la casa no solo como un espacio para resguardarse de la lluvia, el frío, la tempestad o cualquier situación de peligro, sino también como un espacio íntimo donde se presentan aconteceres emotivos y poéticos, en relación con una serie de estímulos sensibles (olores, sabores, imágenes, temperaturas, sonidos…etc.) que a su vez se traducen en una nueva manera de percibir la casa. Entre las obras que hacen parte de mi proyecto artístico se encuentran: Escenarios Violentos, Lo que había, La utopía del material, En el aire, Cómo sientes la casa desde el encierro y Espacios no Domésticos. A continuación, describo algunos de ellos para una mejor comprensión. Escenarios Violentos fue una obra conformada por cuatro pinturas del año 2016 de los barrios Carpinelo y María Cano Carambolas ubicados en la comuna 3 de Medellín. Cada pintura muestra un sector distinto de estos barrios que en algún momento fue un escenario violento durante la época del conflicto armado en Colombia. En cuanto a, La utopía del material esta es una pintura-instalación del año 2018 conformada por un muro de cuarenta y cinco ladrillos donde pinté e ilustré una casa de madera a blanco y negro que buscaba evidenciar la utopía de poseer un espacio digno en cuanto a sus materiales para la habitación de una familia. Así mismo, nace la obra En el aire; una instalación del año 2018 conformada por catorce casas de diferentes formatos que fueron colgadas con el fin de aludir a las arquitecturas irregulares construidas en zonas de alto riesgo en los barrios vulnerables de la Ciudad, las cuales se encuentran en riesgo de derrumbe ante alguna catástrofe o fenómeno ambiental. Por último, empecé a vincularme al concepto de casa desde la noción de cuidado y cómo esta estructura resguarda, pero también presencia las acciones de cuidado de las personas que la habitan. Es por eso, que nace el proyecto titulado Espacios no domésticos; una investigación que fue un hogar para mí y para las personas que hicieron parte de él. El proyecto buscaba formar a las mujeres del barrio Bello Oriente en temas como formación de públicos, creación artística y liderazgo comunitario, para potenciar su papel en los espacios sociales en los que participan, así como en su proceso de empoderamiento, a través de un laboratorio artístico-narrativo. Su nombre busca trascender el pensamiento de la mujer domesticada, aquella que pasa gran parte del tiempo en las tareas del hogar y que en pocas ocasiones tiene la posibilidad de aprender una expresión artística debido a “sus obligaciones” domésticas como cocinar, lavar la ropa, asear la casa y cuidar de sus hijos e hijas.