La ponencia es resultado de una etnografía sobre los procesos de conformación de asentamientos en Comodoro Rivadavia a partir de ocupaciones de tierras. A nivel de infraestructura o arquitectónico, muchos asentamientos podrían ser definidos como villas. Pese a ello, los informantes sostienen que “en Comodoro no hay villas”; no obstante, en ocasiones puntuales el vocablo “villa” es utilizado para señalar una unidad territorial específica. Significativamente, en ambos casos la moral es la dimensión clave a la hora de aceptar o rechazar la aplicabilidad del término. El objetivo de la ponencia consiste en evaluar cómo la noción de “villa” afecta las miradas locales sobre los asentamientos urbanos. En Argentina, las discusiones sobre la cuestión social tradicionalmente se focalizaron en las villas miseria, siendo el eje centro-periferia clave en la organización de las representaciones dominantes. El imaginario social sobre la villa-periferia se articuló en función de una lejanía física, pero también moral: el centro fue pensado como el espacio de una población de origen europeo y la villa como el sitio de los “cabecitas negras”. En dicha caracterización, la moral jugó un papel determinante. Asimismo, la villa miseria supone una referencia difícil de sortear para los estudios abocados al vínculo territorio-precariedad social, y ello conlleva una serie de dificultades epistemológicas. Si la villa fue caracterizada de acuerdo a una realidad histórica y social propia de las principales urbes del país, ¿hasta qué punto esta noción es aplicable en ciudades de menor tamaño, donde el patrón urbano no responde a una lógica centro-periferia?