Inclusióny su vínculo con las violencias a la infancia. Se propone una interpelacióna la inclusión, vinculada a la necesidad de transformación del contexto. De nohaber cambio en los ambientes que habitamos, ¿incluir a quiénes y para qué? Inclusiónes nada más ni nada menos queparticipación, habilitación, identificación, pertenencia, reconocimiento,conciencia, y también implicación,empoderamiento, decisión, responsabilidad por lo común. Involucra redistribución de recursos yoportunidades en el ambiente al que incluimos y al que nos incluimos. Las prácticas de inclusión se apoyan en trespilares que no pueden escindirse: a) políticas públicas que enmarcan yregulan prácticas, tanto jurídica como económicamente, b) evidencia científicaen teorías y metodologías, para diseñar intervenciones y evaluar su impacto en las comunidades, y c) elaboración de nuevos sentidos para las acciones, mediante construcción conjunta ?no exenta de tensiones - entre actores que son parte y toman parte en lare-creación de su ambiente.En contextos educativos atravesados por la diversidad? de culturas, de lenguajes, de situaciones, de personas ? y pordesafíos en relación a la igualdad-desigualdad, justicia-inequidad, en ladistribución de bienes materiales y simbólicos, y oportunidades para suapropiación significativa y participativa, necesitamos (re)construir lazos y sentidos enlas trayectorias de escolarización, entramándolas con desarrollossaludables/felices de subjetividades de niños, niñas y adolescentes. Se requieren para ello intervenciones parainterrumpir desigualdades y posicionamientos éticos, políticos, epistémicos, frentea lo naturalizado: la reproducción, la indiferencia, la violencia, el vacío, lafragmentación de lo complejo.