¿De qué maneras la educación puede favorecer el arraigo de familias rurales? ¿qué configuraciones institucionales, instrumentos pedagógicos y enfoques educativos favorecen el arraigo? ¿cómo podemos definir el arraigo y por qué resulta urgente pensarlo en el actual contexto histórico social? Partiremos de definir el arraigo como el sentido de pertenencia a un lugar y reflexionaremos sobre las implicancias políticas de dicho término, ya que el arraigo vincula la acción colectiva –el hacer con otrxs- para contrarrestar condiciones de vulnerabilidad. A su vez, vinculamos el arraigo con la auto determinación, es decir, con la elección en torno al dónde, con quiénes y de qué maneras se quiere vivir. En un segundo momento, proponemos recorrer algunas historias de arraigo y desarraigo de familias rurales de la provincia de Buenos Aires. En este recorrido nos interesa destacar las formas en que la apreciación del entorno (naturaleza, animales, vínculos vecinales) configura un sentimiento de afecto al lugar de pertenencia. También proponemos reflexionar sobre las maneras en que lo educativo opera en la construcción de dichas configuraciones y posibilita de hecho el arraigo de estas familias. Finalmente, mencionaremos la propuesta educativa de las escuelas de alternancia que a través de instrumentos pedagógicos específicos y un diseño institucional co-gestivo, se propone generar el arraigo en los territorios rurales. Nos detendremos en la concepción de arraigo de dicho programa educativo como así también en las formas de organizar e implementar los contenidos curriculares. Destacamos la relevancia de pensar las posibles articulaciones entre arraigo y educación en un contexto donde se pueden observar en los territorios rurales procesos de transnacionalización económica, tecnificación de las actividades productivas que dan lugar a un modelo de agricultura industrial, pluriactividad de los trabajadores rurales, acaparamiento de tierras por parte de grupos que concentran poder, despojo y expulsión, entre otros.

La situación de desventaja vivida, desde la época colonial, por las comunidades Indígenas, la anulación de su cosmovisión, la enajenación de sus derechos, la discriminación clasista y racista, provoca en estas comunidades situaciones de subordinación socioeconómica y política, que a su vez desembocaron en pobreza y exclusión social. A pesar del advenimiento del Estado Moderno en Latinoamérica y la implementación de sistemas democráticos, siguen siendo relegados por no adherirse a los modelos de desarrollo imperantes en las sociedades contemporáneas, razón por la cual el tratamiento diferenciado sigue latente, asumiendo que sus saberes ancestrales pertenecen al estadio mágico incapaz de ser denominado siquiera saber. Este círculo vicioso ha creado dinámicas de inconexión entre los saberes ancestrales y los desarrollos epistemológicos occidentales, frutos del positivismo en las ciencias fácticas, cuya consecuencia no sólo ha contribuido a la relegación de las comunidades y sus sabedores, sino que precarizan las condiciones de vida que los indígenas, por derecho, podrían acceder como ciudadanos de países democráticos. Las acciones de reivindicación de derechos pasan desde las manifestaciones de estas poblaciones por condiciones mínimas dignificantes del ser humano (servicios públicos, educación, producción de alimentos, territorios, etc.) así como por la exigencia del reconocimiento de sus raíces ancestrales que pueden dialogar incluso, con el discurso elaborado de las disciplinas científicas aportando en la construcción de la interculturalidad de las naciones. En el caso particular colombiano se han adelantado políticas públicas que atienden los deseos de reivindicaciones redistributivas, pero en ocasiones se dejan de lado las de tipo reconocentistas. Este trabajo, permite visibilizar las justas causas de resistencia cultural, sus métodos tradicionales en medicina ancestral y su organización en torno a la vida buena de las comunidades indígenas ubicadas al norte del Departamento de Bolívar, que con determinación intentan una integración entre saberes ancestrales y saberes modernos para el establecimiento de sociedades plurales, diversas e inclusivas. Palabras Claves: Medicina ancestral, Indígenas, cultura, reivindicación, tradición.

En este estudio se analizan las actividades desarrolladas por la “Fundación Proyecto Pereyra”, creada en 1989, dirigidas a sujetos infantojuveniles en un espacio de transición rural-urbano. Si bien en un principio sus acciones se dirigieron a promover la producción agroecológica, más adelante se afianzaron tareas en el ámbito de la educación popular, ambiental y por el arte. Fue así como desde inicios de los años noventa hasta principios de la década del 2000 tuvieron lugar diferentes proyectos que involucraron activamente a la comunidad escolar de una zona rural periurbana en el partido de Berazategui, al sur del Gran Buenos Aires, en virtud de la articulación planteada con la escuela estatal de nivel primario Nro. 19, ubicada en las proximidades del Parque Pereyra Iraola. Lo anterior resulta significativo dado el carácter transicional que impregna el espacio en cuestión, pero también por las contradicciones propias de un entorno declarado Reserva de Biósfera, que, al mismo tiempo, se caracterizó progresivamente por múltiples denuncias por degradación, contaminación e incendios provocados, caza furtiva o tala ilegal, conflictos por intentos de tomas de tierra y explotación infantil, entre otras cuestiones. De este modo, se problematizan las condiciones del entorno, de la comunidad educativa y de los niños, niñas y adolescentes involucrados(as), quienes dieron forma con su protagonismo a los videos participativos, publicaciones, actividades de turismo rural, entre otras propuestas. Asimismo, se analizan los propósitos iniciales y los posibles redireccionamientos, las problemáticas planteadas por los niños(as), posibles resistencias surgidas y, finalmente, un balance de los resultados obtenidos. La ponencia, que presenta avances de un trabajo aún en desarrollo, pretende reponer las voces infantiles recuperadas en un espacio de rasgos transicionales, marginales y cargado de premisas negativas, que, sin embargo, fue reivindicado en diferentes modos desde la mirada infantil. El estudio se fundamenta en el análisis de fuentes primarias, notas periodísticas y entrevistas.

En este trabajo nos proponemos presentar los principales resultados de la investigación: “La experiencia educativa del CEPT N °2 de San Andrés de Giles” llevada a cabo por un grupo de docentes e investigadores pertenecientes al Departamento de Educación de la UNLu. El CEPT N°2 es una escuela agrotécnica localizada en el oeste de la provincia de Buenos Aires a 100 km de la Capital Federal. Se trata de una propuesta educativa basada en los lineamientos de la pedagogía de la alternancia, los estudiantes se forman en espacios y tiempos alternados, entre la escuela y la casa. Además, el CEPT es gestionado por un grupo de actores organizados de la comunidad rural (padres de los estudiantes) y el sistema educativo provincial. La indagación consistió en un estudio exploratorio sobre la experiencia educativa del CEPT. Se realizaron entrevistas en profundidad al equipo de conducción del centro educativo, representantes de la FACEPT (Federación Argentina de Centros Educativos para la Producción Total), docentes y estudiantes. También se elaboraron registros de visitas a familias de los estudiantes y de algunas clases. Se realizó también un taller con docentes en el marco de los lineamientos de la denominada Investigación Acción-Participativa. Por otra parte, el equipo de investigación participó de sucesivas reuniones con la directora y el equipo de conducción para intercambiar ideas y construir de manera conjunta el proceso de investigación. Para la presentación de los principales resultados nos proponemos trabajar sobre los siguientes ejes: la relación con la comunidad, las prácticas docentes y la promoción del desarrollo rural. Con respecto al primer eje, identificamos en la implementación del proyecto educativo una significativa participación de las familias y la comunidad tanto en la organización y gestión institucional como en las instancias de enseñanza y aprendizaje. Por otra parte, en la práctica docente observamos un trabajo de compromiso con la comunidad, el despliegue de acciones en base a una labor colectiva y un perfil de educador orientado a los principios de la educación popular. Como último eje, reconocemos como parte de las preocupaciones de los actores de la comunidad educativa las posibilidades del desarrollo rural en el contexto de avance del modelo agroindustrial. Como parte de las conclusiones de este trabajamos entendemos que el CEPT presenta una particularidad en su organización y en su perspectiva educativa que lo hace diferente al modelo convencional de enseñanza media de la provincia de Buenos Aires. En el mismo sentido, el trabajo docente contempla una serie de funciones y tareas pedagógicas y comunitarias que configuran un determinado perfil específico para este tipo de propuesta pedagógica. Otro de los aspectos que destacamos es la generación de espacios de reflexión y debate sobre las condiciones que ofrece el contexto socio productivo actual para la promoción del desarrollo local.

Palabras claves: Ruralidad, Educación rural, campesinado, Modernidad, Tecnología. Pensar el concepto campesino nos inscribe en una especie de “disputa de significados” porque encarna la lucha de pobladores que han sido marginados de sus saberes, prácticas y reconocimiento identitario. Alberga entonces, una dinámica adicional en su sistema de representaciones y su acumulado de saberes que construyen sus formas organizativas. Estos dispositivos no ingresan a las prácticas de la educación rural, en tanto se la suele considerar -a la educación- como una forma de consumo de tecnología y técnica de ingreso a la sociedad letrada. Nos preguntamos qué tan afortunada ha sido la educación rural y qué de ello es posible hacer evidente en los entramados socio-culturales que construyen los campesinos, donde como colofón hipotético, se postula el quehacer cotidiano como nicho de las construcciones de sus saberes. La globalización y el proceso de modernidad, acaecen con sus tecnologías educativas en los territorios rurales como coacción y distanciamiento de las prácticas campesinas, elidiendo el papel histórico de la escuela como transformadora social. Se propone entonces, un análisis a la propuesta de educación rural en Colombia, desde la revisión de algunas experiencias y el contenido de los modelos implementados como estrategia de educación rural; a partir de la revisión de dos asuntos fundamentales, por un lado, el lugar los saberes campesinos en sus unidades más complejas de significado en el marco de propuestas educativas, y por el otro, el aprendizaje de un currículo general, de carácter nacional institucionalizado por la escuela rural.

Encontrar la figura de Pierre-Joseph Granereau es un viaje al punto de convergencia entre cuatro perfiles humanos; el del campesino, el habitante de un mundo rural que se debatía entre un viejo pasado secular y una modernidad que se avecinaba, vertiginosa, aunque en pausa aún. El del hombre de fe, que acudió a un llamado situado entre lo vocacional y la oportunidad. La primera por una larga tradición familiar y de orígenes y la chance que le procuraba un acceso concreto a la cultura universal y las proyecciones posibles. Será la base para acceder al siguiente escalón. El gremialista rural, activo participante de un sindicato, lo llevará a las profundidades de la potencialidad rural asociada y también a sus limitaciones, carencias y defecciones. Lo reforzará en su convicción que todo intento educativo y social deberá estar fuertemente ligado al crecimiento asociado, federativo. Finalmente, el de educador. Que comienza con la búsqueda de senderos posibles para crear una fórmula educativa que surgirá como una explosión volcánica en todo el territorio francés. Quedará una etapa, -relativamente corta pero decididamente intensa- donde este fascinante personaje, sentará algunas de las bases pedagógicas que asegurarán el éxito y la consolidación de la alternancia. Estos perfiles de su personalidad se fueron entrelazando uno en el otro hasta hacerlos inseparables. No podemos desagregar una parte de la otra sin alterar la química final y menos aún el resultado, -que puede calificarse de milagro educativo-, pero a escala humana, entendible, aprehensible y lo que es singularmente difícil; transportable a los más diversos escenarios rurales del mundo entero con un porcentual de logro pocas veces visto en mecanismos educacionales no convencionales. Nunca dejó de ser el campesino, cura, educador y gremialista que lo conformaba. Pero agregó un último perfil durante su larguísima vejez; el de profeta. Irreverente, insumiso, apasionado y convencido que el destino de su creación tenía que tener como escenario el mundo entero, o al menos la mayor cantidad de países posibles. ¿Acaso no bregó por décadas para que la ONU integrara a su escuela campesina como valiosa experiencia? ¿Qué nos deja conocer la vida de este singular e irrepetible personaje? Primeramente saber del entramado social, económico, político y espiritual que vio surgir a su creación, luego de más de un siglo de antecedentes parciales o sectoriales, -como el compagnonnage- para instalarse en pocas décadas en geografías y condiciones socio-económicas absolutamente disímiles. Luego bucear en los componentes de su célebre “fórmula de Lauzun”, que sorprendió a sus mismos creadores, al adaptarse, -con singular fuerza-, en comunidades de África, América Latina o Asia. Finalmente, tratar de entender de una siempre presente mística Graneriana, que trasciende el tiempo y se renueva sin pausa ni propietarios excluyentes. Una extraña configuración donde los profetas no devienen mesiánicos sino personas de convicciones democráticas, donde la pasión por una causa se hermana con la tolerancia y no se atribuye la palabra definitiva, sino que contribuye a que el otro la adquiera en un clima de respeto y trabajo en común.