En este trabajo se abordarán cuestiones referidas a la temática de la comunicación mediatizada por la inclusión de nuevas tecnologías y dispositivos que incorporamos a nuestra vida cotidiana. Los medios sociales de comunicación fueron evolucionando a lo largo del tiempo, adaptándose a las necesidades de los individuos de un orden social cumpliendo un rol fundamental en las representaciones sociales, logrando que las interacciones dejaran de ser cara a cara y pasaran a ser mediatizadas por las nuevas tecnologías. Para ejemplificar este trabajo, se utilizó un capítulo de la serie Black Mirror, precisamente el primer episodio de la tercera temporada “Nosedive” (Caída en picada), emitido originalmente en la plataforma Netflix. El episodio en cuestión transcurre en un mundo en donde las personas pueden calificar y ser calificadas (o valoradas) por puntuaciones del uno al cinco en cada interacción social que realicen. El propósito es mostrar la influencia de las redes en la vida social, teniendo en cuenta la noción de mediatización que tuvo a lo largo de la historia y conceptos de autores para reforzar el trabajo, entre los cuales mencionamos a Mario Carlón (2014) “Público, privado e íntimo: el caso Chicas Bondi y el conflicto entre el derecho a la imagen y la libertad de expresión en la circulación contemporánea”; María Cristina Mata (1999) “De las cultura masiva a la cultura mediática”; José Van Dijck (2016) “La cultura de la conectividad, una historia crítica de las redes sociales”; y Roger Silverstone (2001) “¿Por qué estudiar los medios?”. Lo cual, no sólo nos permite indagar sobre la discusión de lo íntimo, lo privado y lo público, sino también analizar el rol determinante del desarrollo tecnológico ligado al usuario y a su experiencia en el espacio real y virtual.