No es ninguna novedad que la comunicación, como forma de vincularnos entre los sujetos sociales, está cambiando a una velocidad abrumadora. Podemos afirmar que la interconexión facilita los contactos y nos acerca a cualquier distancia evitando la lejanía física; aunque todavía no estamos en condición de pensarla como democrática en el sentido de disolver barreras culturales y sociales. Las tecnologías de la información y las redes sociales han generado nuevos códigos y modos de vincularnos que no terminan de definirse cuando se modifican una y otra vez. Estamos inmersos en una metamorfosis permanente (Salas, 2017) donde es muy difícil encontrar los límites y las formas de interacción entre los signos, los significados y los dispositivos que establezcan reglas claras de cómo entendernos. Se trata de una nueva estructura que parece enlazarnos en el entendimiento a partir de la movilidad permanente de ideas y criterios que conviven con otros modos –tradicionales- de vincularnos. Es una dinámica del movimiento diferente la que nutre el diálogo entre los sujetos, donde somos emisores/receptores, prosumidores (Scolari, 2013) en una sucesión rapidísima de roles que nos invita a reflexionar –como comunicadores- en un intento de describir, comprender y estudiar este fenómeno. Henry Jenkins (2003) plantea que “hemos entrado en una nueva era de convergencia de medios que vuelve inevitable el flujo de contenidos a través de múltiples canales”. En este escenario, es justamente el problema del qué de la comunicación lo que parece haber perdido su lugar estratégico, desplazándose el mismo a “lo multimedial”, “la convergencia de medios”, “lo transmedia”, como si estas formas en que transmuta la tecnología estuvieran exentas del mensaje que su propia lógica de funcionamiento les confiere. ¿Las tecnologías imponen la herramienta -en tanto usabilidad- por encima del sentido que comportan las mismas? ¿Hay una conquista cognitiva centrada en el conocimiento instrumental? ¿El lenguaje de las herramientas tecnológicas obturan la discusión sobre los sentidos de la comunicación? ¿Los paradigmas y teorías de la comunicación, tal como los conocemos, pueden dar cuenta de este fenómeno? ¿Hay un desplazamiento del sentido de lo estratégico hacia lo operacional en la comunicación? Por último. ¿Es posible construir dispositivos organizacionales que, aprovechando la multiplicidad de posibilidades que ofrece el entorno tecnológico en el presente, sean capaces de desarrollar una comunicación a escala humana? Proponemos responder estas preguntas a partir del análisis del Comunicatón, evento que convocó a comunicadores, diseñadores, creativos y publicitas; en el marco de la necesidad de la realización de una Campaña de Comunicación de Matriculación Profesional para la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Córdoba (FEPUC), en mayo de 2019. Bibliografía Reglamento Comunicatón (2019): FEPUC, documento de trabajo. Córdoba Salas, Luis Gerardo (2017): La comunicación en el siglo XXI. Recuperado de https://www.forbes.com.mx/comunicacion-siglo-xxi/ Scolari, Carlos (2013): Narrativas transmedia: cuando todos los medios cuentan Barcelona: Deusto. ISBN 978-84-234-1336-2.