El artículo se concentra en la construcción de las subjetividades de dos películas distópicas: “Ready Player One” y “Black mirror: Bandersnatch”, las cuales se proyectan como medios de comunicación híbridos: cine y videojuegos. El principal propósito es analizar ambas películas desde tres lugares: los límites del espectador, el modelo de mundo y jugador/espectador que se proponen y la conceptualización sobre el juego y sus tipos (de Roger Caillois) como una forma de diagnosticar una civilización. En una sociedad espectacularizada, los sujetos reflejan violencia. La intención es determinar qué criterios nos sirven para evaluar estas películas y otros medios de comunicación como recursos educativos.