¿No posee una cuenta?
Simón Rodríguez: la escuela popular como resistencia política al pensamiento colonial
JORGE MALLEAREL - UNSAM.
III Congreso Internacional de Ciencias Humanas. Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín, Gral. San Martín, 2024.

Resumen
La vida del maestro venezolano Simón Rodríguez fue un continuo acto de resistencia y una búsqueda incesante por resignificar un estado de cosas naturalizado en América: la desigualdad basada en suponer razas superiores y razas inferiores. Supuesto que instala la conquista de América en 1492, extendiéndose a lo largo de los siglos posteriores. Rodríguez lo advertía recordando que terminando el “siglo 15, / Colón descubrió un nuevo mundo, para poblarlo / de esclavos i vasallos” (Rodríguez, 2016, p.420). Él, intenta impedir dicha esclavitud y vasallaje, e intuye que el lugar de resistencia estaba en la escuela. Desde este espacio buscó visibilizar, por medio de una enseñanza novedosa, a los grupos “deslegitimados” y “silenciados”, como eran los no europeos colonizados por España.
En este sentido, la herencia colonial de los siglos XVIII y XIX –espacio temporal atravesado por el maestro– estaba signada por una distinción de razas que se patentizaba en el orden social y en el educativo. Por un lado, se hallaban los europeos o “personas civilizadas”, y, por el otro, los no europeos o los no civilizados: indios, mulatos, negros. Aquella distinción, como problemática, es abordada hoy por los estudios postcoloniales y descoloniales. Un referente importante de éstos es Aníbal Quijano, para quien la conquista fundó un “nuevo patrón de poder mundial”, el cual, según él, se afirmó en tres ejes fundamentales, uno fue “la codificación de las diferencias entre conquistadores y conquistados en la idea de raza, es decir, una supuesta diferente estructura biológica que ubica a los unos en situación natural de inferioridad” (Quijano, 2000, p.202). Estas relaciones de poder entre dominadores y dominados basadas en la noción de raza, ejercieron modos de “subalternización” tanto en la monarquía borbónica como luego de “establecida” la República con el triunfo independentista conducido por Simón Bolívar. Dichas relaciones políticas divididas por castas y clases sociales se replicaron en las escuelas donde no se mezclaban en las mismas aulas a los niños con las niñas y a los niños blancos con los niños indios, pardos o mulatos. La novedad del proyecto educativo de Rodríguez, estuvo orientado a mezclar en un mismo espacio de enseñanza común e igualitario a todos/as, un ejemplo, fue el de la Escuela de las Primeras Letras en Chuquisaca, Bolivia.
Desde una lectura atenta, no pueden separarse dos cuestiones fundamentales en Simón Rodríguez. La primera: la relación que existió entre su vida y su obra, entre sus pensamientos y sus acciones. Lo segundo, la estrecha solidaridad entre educación y política, ya que pensaba que para modificar las relaciones sociales era imprescindible cambiar drásticamente la enseñanza. Toda su existencia estuvo dirigida a transformar la educación como condición de posibilidad de una República igualitaria, pues para él: “El fundamento del Sistema Republicano está en la opinión del pueblo, y ésta no se forma sino instruyéndolo” (Rodríguez, 2016, p.241). Hacia esta problemática, en la que se imbrican educación y política, dirigió su impulso vital, problemática que querríamos abordar para destacar su importancia y vigencia.
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