Este proyecto nace de las charlas que tenemos entre compañeros de 5to año, donde muchas veces hablamos con preocupación sobre lo que viene después de terminar la secundaria. En nuestro barrio, Villa Libertador, no es fácil pensar en el futuro sin que aparezcan dudas o miedos. Algunos queremos seguir estudiando, otros necesitan empezar a trabajar cuanto antes, y muchos sentimos que las condiciones en las que vivimos —como la falta de plata, los problemas en casa o la necesidad de cuidar hermanos— influyen muchísimo en las decisiones que tenemos que tomar. Lo que nos preguntamos es: ¿qué posibilidades reales tenemos de seguir estudiando o de conseguir un trabajo digno? ¿Influye la pobreza o el lugar donde vivimos en nuestro futuro? ¿Cuáles son las dificultades que enfrentamos los jóvenes del barrio para cumplir nuestros proyectos? Con esta investigación queremos conocer cómo piensan y sienten otros jóvenes del barrio sobre su futuro. Para eso vamos a hacer entrevistas, encuestas y conversatorios entre estudiantes, y también vamos a buscar datos y documentos que hablen de la realidad de los jóvenes en Córdoba. La idea no es solo contar lo que nos pasa, sino entender por qué nos pasa y qué cosas se podrían cambiar. Nos interesa este tema porque lo vivimos en carne propia. Sabemos que no todos partimos del mismo lugar, y que hay chicos y chicas que tienen que dejar la escuela para ayudar en sus casas o porque no ven sentido en seguir estudiando si no hay trabajo. Pero también sabemos que cuando tenemos oportunidades, las aprovechamos. Por eso queremos investigar desde nuestra realidad, con nuestras palabras, y mostrar que los jóvenes de barrios populares también pensamos, sentimos y tenemos cosas importantes para decir. Este proyecto no busca quedarse en el problema. Queremos, además, pensar ideas y propuestas para mejorar nuestras oportunidades: cómo acercar la universidad al barrio, cómo prepararnos mejor para el mundo del trabajo o qué políticas públicas podrían apoyarnos más. También nos gustaría compartir lo que descubramos con otros jóvenes, con docentes, con centros de estudiantes, con instituciones, y con quienes toman decisiones. Participar en esta convocatoria es una oportunidad para hacer oír nuestra voz y mostrar que, aunque a veces la realidad parezca difícil, tenemos ganas de pensar, de investigar y de soñar con un futuro mejor.