En esta presente investigación, nos centraremos en analizar la política migratoria de Polonia hacia los refugiados ucranianos que huyen del conflicto bélico con Rusia. En los primeros días de la invasión, Polonia se posicionó como uno de los países más receptivos, apoyando así a Ucrania tanto a nivel humanitario como político. Sin embargo, con el ascenso de gobiernos de ultraderecha en Europa, esa actitud se ha endurecido. Tendremos un enfoque mixto, con un diseño descriptivo, en donde mostraremos una observación de documentos oficiales de Polonia, como leyes y decretos, con discursos políticos polacos y ucranianos de los años descritos en el título, con entrevistas de profesionales en el área y migrantes ucranianos. Usaremos técnicas de desglose de documentos y declaraciones periodísticas semiestructuradas. Haremos un procesamiento de datos estadisticos básico, en donde pondremos el porcentaje de aceptación que tuvo entre la población polaca, el porcentaje de protestas que hubo en los pasos cercanos a Krościenko y las veces que se discutieron estas leyes en el congreso. Si bien la historia muestra cercanía entre ambos países, existen heridas del pasado surgidas en este contexto. Por ejemplo la Masacre de Volhynia, en la que miles de polacos fueron asesinados por nacionalistas ucranianos. Este hecho, sigue presente en el imaginario colectivo, alimentando un rechazo que se manifiesta política y socialmente. En medio de este clima de tensión, el embajador de Ucrania en Polonia, Vasyl Bodnar, ha defendido el aporte de sus compatriotas, afirmando que “dan más de lo que reciben”. No obstante, el discurso del gobierno polaco ha adoptado un tono más crítico. El presidente ha declarado que “los ucranianos no deben vivir mejor que los polacos”, reforzando que busca priorizar los recursos públicos para la ciudadanía local señalando así, que los refugiados estarían saturando los servicios de salud. Aunque las fronteras siguen abiertas, las condiciones para permanecer en el país se han vuelto más estrictas. Esto generó un fenómeno de invisibilización, con personas que viven en condiciones precarias o con miedo a ser deportadas. Además, el tema ha cobrado fuerza en el debate público, donde la derecha radical utiliza esta problemática para fortalecer su base electoral. Como lo expresó el medio ucraniano Pravda en enero de 2024: “Semana tras semana, Polonia está matando el futuro europeo de Ucrania”. Esta frase resume la decepción de muchos ucranianos, que ven en estas acciones una amenaza a su integración en Europa. En conclusión, aunque Polonia no ha cerrado completamente sus puertas, las nuevas medidas y el cambio en el discurso reflejan un rechazo en aumento, en gran parte impulsado por el auge del nacionalismo y el pensamiento conservador. Entonces nos preguntamos ¿Qué políticas migratorias realizó Polonia luego de que le resultó “inconveniente” la llegada de los migrantes forzados ucranianos? Y ¿Cuando se dio ese quiebre?