Participación Juvenil El presente trabajo se enfoca en la participación ciudadana juvenil y escolar, un aspecto fundamental en la construcción de sociedades democráticas e inclusivas. A través de este tema, se busca analizar cómo los y las jóvenes se involucran en las dinámicas de sus comunidades educativas y cómo, mediante su participación activa, pueden contribuir a mejorar distintos aspectos de la vida escolar. La participación estudiantil no solo se limita a lo académico, sino que se extiende a iniciativas culturales, sociales y comunitarias que surgen dentro del ámbito escolar y que promueven el desarrollo integral de los estudiantes. Este tema también permite reflexionar sobre el rol de las instituciones educativas como espacios de formación ciudadana, donde los adolescentes pueden aprender a ejercer sus derechos, cumplir con sus responsabilidades y trabajar de manera colectiva. Población La población a la que está dirigida esta investigación está compuesta por estudiantes del nivel secundario, del IPEM 153 Juan Martín de Pueyrredón, del turno mañana, ciclo orientado. Objetivos El objetivo principal de este trabajo es reflexionar sobre la importancia de la participación juvenil en las escuelas secundarias y cómo esta participación contribuye al desarrollo de habilidades personales y sociales. Se pretende visibilizar experiencias concretas en las que los estudiantes han tenido la oportunidad de expresarse, organizarse y actuar colectivamente para lograr cambios positivos en su entorno escolar. Entre los objetivos específicos se encuentran: analizar los espacios que las instituciones educativas brindan para la participación; identificar las formas en que los estudiantes se involucran; y comprender el impacto de estas prácticas en su formación como ciudadanos críticos y comprometidos. Asimismo, se busca fomentar un enfoque pedagógico que promueva la inclusión de la voz estudiantil en la toma de decisiones escolares. Justificación La elección de este tema se justifica por la necesidad de promover prácticas educativas que incluyan y valoren la participación activa de los estudiantes. La escuela debe ser vista no solo como un lugar de transmisión de conocimientos, sino también como un espacio donde los jóvenes puedan desarrollar competencias ciudadanas. Participar en actividades escolares les permite a los estudiantes asumir responsabilidades, trabajar en equipo, resolver conflictos y fortalecer su sentido de pertenencia. Además, al ser escuchados y tomados en cuenta, los adolescentes ganan confianza en sí mismos y se sienten parte importante del proyecto institucional. La participación juvenil también contribuye a una convivencia escolar más democrática, donde se respetan las diferencias y se construyen acuerdos colectivos. Por todo esto, resulta fundamental que las instituciones generen