Durante mucho tiempo se conservó la idea de mantener una imagen universal del hombre, en búsqueda de la esencia de lo humano, esto hoy ofrece sus límites: las nuevas formas de violencia, la crisis de los contratos conyugales nos hablan de cambios de las significaciones imaginarias sociales, y en los modos de producción de subjetividad. Aquello que se pensó como natural y universal, hoy ofrece su resistencia.Las problemáticas actuales requieren que recapacitemos sobre los modos de constitución de la subjetividad, nos conducen a un trabajo crítico de de-construcción de lo ya pensado, ubicando cada noción dentro de un contexto más amplio sociohistórico, problematizando aquello que se presenta como natural: lo que cada sociedad determina como ?ser mujer? va modificándose en el tiempo.Las Significaciones Imaginarias Sociales tienen una triple función: Estructuran las representaciones del mundo en general, designan las finalidades de acción, y establecen los tipos de afectos característicos de cada sociedad. El término género resulta de todas aquellas significaciones imaginarias sociales en torno a lo que significa ser hombre o mujer en cada sociedad.