Un aspecto omitido del incesto es la base económica que lo sostiene. El principio regulatorio de distribución de bienes y el derecho a su usufructo, inscripto -según Lévi-Strauss- a través de La ley de prohibición del Incesto, nos permite leer la lógica particular que subyace a los modos sintomáticos que expresan los casos de Incesto.Con este fin, analizando la obra de Lacan, nos encontramos con que, al menos en dos oportunidades, triangula en un mismo momento al psicoanálisis con Lévi-Strauss y Marx, para construir la distinción teórica entre jouissance (goce) y plus-de-jouir (plus-de-gozar), a partir de ubicar al cuerpo de las mujeres como objeto de goce.Si bien el psicoanálisis se aboca a la lectura clínica del caso por caso singular; al momento de teorizar, no debemos descuidar el aspecto particular, modal. Más allá de la singularidad de lalangue, están también los efectos del discurso y de la gramática (en sus formas materiales e históricas) que se inscriben sobre el cuerpo y el sujeto, introduciendo ciertos modos relacionales particulares de gozar que llamamos: gramáticas de goce. Analizando las particularidades que inscribe la lógica capitalista, podrá entenderse mejor por qué Incesto y capitalismo son sinónimos en términos lógicos; esclareciendo la posición que Lacan asume sobre el tema, al ubicar los efectos del Incesto a nivel del ravage (estrago/devastación). Tomando en cuenta este recorrido, veremos cómo lo social, en su aspecto económico particular (cultural y epocal) puede ser leído dentro del psicoanálisis, ampliando sus fronteras de lectura.