La evaluación de la ejecución es una actividad de índole reflexiva que permite tanto al docente como al alumno obtener información relevante para el desarrollo de las prácticas de significado en el transcurso del aprendizaje instrumental. Sin embargo, la relación que se establece entre las acciones de ejecución y las metas de la ejecución no es de naturaleza lineal, ya que está determinada por la concurrencia del cúmulo de factores que caracterizan a este comportamiento habilidoso. Desde una perspectiva experiencial de la ejecución, el análisis de la relación entre la práctica y el resultado reviste interés para una pedagogía de la ejecución que conciba a la reflexión acerca de la acción y a la mediación de la enseñanza como andamiajes de las prácticas de significado musical. Entendida de este modo, la evaluación de la ejecución puede contribuir al logro de una conciencia creciente de representación de metas y al monitoreo permanente de la acción performativa. Las prácticas de significado habituales en la formación instrumental, diferencian con frecuencia entre la situación de estudio o de práctica y la de concierto o demostración de la ejecución. Aunque ambos componentes puedan ser pensados como relativamente autónomos en el aprendizaje instrumental, lo cierto es que la unificación de ambos en un mismo logro sería una meta a alcanzar para el desarrollo de una pedagogía de la ejecución con bases psicológicas más sólidas.