Los cambios evidenciados hacia fines de la década del ?70, con la emergencia del modelo neoliberal, fueron abordados desde diversos prismas teóricos. En este sentido, fueron productivas las investigaciones acerca de los efectos negativos de la desocupación sobre las formas de acción colectiva y los efectos corrosivos de la crisis del trabajo formal. Las teorías sobre el fin del trabajo promovieron diversas indagaciones empíricas acerca de los efectos desestructurantes del neoliberalismo sobre lo que, hasta ese momento, había constituido la forma de sociabilidad hegemónica de la clase trabajadora ? por lo menos la ligada al Estado de bienestar europeo o norteamericano-. Asimismo, en el caso de las formas de conflictividad, es el momento de emergencia de las teorías acerca de los nuevos movimientos sociales que abordaron el impacto de estas nuevas formas productivas sobre la acción colectiva y las modalidades y ejes de agrupamiento de los sujetos en conflicto. Estos abordajes supusieron un prisma fuertemente rupturista en la forma de entender a las sociedades contemporáneas, partiendo de concebir las divergencias entre las sociedades contemporáneas y las configuradas hasta la década del ?70. En este sentido, dentro de la propuesta que presentamos intentaremos abordar desde una perspectiva que enfatice la dimensión subjetiva, las mutaciones y las memorias constitutivas de las identidades de los sujetos sociales afectados por los procesos de crisis de las instituciones clásicas de sociabilidad, centrando la atención en los efectos de los procesos de desocupación persistente en las generaciones jóvenes.