Basándose en la evidencia que asegura que en el último tiempo la APS y la participación forman parte de los lineamientos generales de las políticas en salud tanto a nivel provincial como municipal, se buscará describir, analizar y problematizar las distintas prácticas y sentidos y la heterogeneidad de las experiencias de participación comunitaria en salud –tanto la promovida por organismos estatales a través de la figura del promotor de salud como la autogenerada desde la sociedad civil–, recuperando la perspectiva de los actores, con especial consideración de la dimensión analítica de género. La relevancia de la indagación se vincula al hecho de que las acciones en materia de fortalecimiento de la estrategia de participación, no profundizan el hecho de la existencia de prácticas participativas autogeneradas por la sociedad civil, ni los vínculos y tensiones entre dichas experiencias y las organizadas por las instancias estatales de gestión, por lo que la hipótesis que guía este proyecto es que sus interacciones deben entenderse contextuadas en características sociales concretas que suponen un escenario de fuerzas donde los acuerdos, el conflicto y las tensiones marcan improntas específicas. Asimismo resulta importante considerar la dimensión analítica de género porque la participación en salud frecuentemente descansa en la incorporación de mujeres, en una línea que puede tanto reproducir los roles tradicionales como potencialmente abrir también un escenario en que se despliegan luchas y procesos de “empoderamiento” que las encuentran como actores clave a nivel local.