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La Etnografía en diálogo con las ciencias del desarrollo infantil temprano: intersecciones, complementariedad y disputas
REMORINI, C.
Jornadas “Estado, familia e infancia en Argentina y Latinoamérica: problemas y perspectivas de análisis (fines del siglo XIX-principios del siglo XXI)”. UNSAM, UNGS, UBA, CONICET, Ciudad de Buenos Aires, 2010.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pzQ0/8Ty
Resumen
El desarrollo infantil temprano (DIT en adelante) es la etapa del desarrollo humano correspondiente al período de la vida que se extiende desde la concepción a los cinco años cumplidos. Durante este período se forman del 85 al 90% de las funciones del sistema nervioso central, los primeros lazos afectivos de cuyo desarrollo dependerán las siguientes relaciones interpersonales y el desempeño social del sujeto y se sientan las bases del desarrollo cognitivo. El DIT es actualmente el principal foco de interés de organismos multilaterales y de los gobiernos de diversos países que invierten recursos financieros en el DIT por sus ventajas en términos de la promoción de la salud a escala individual y coelctiva, de la mejora del rendimiento educativo, y del desarrollo socioeconómico de un país (Shonkoff y Phillips, 2000; Vargas Barón, 2008; Nikodem, 2009). En las últimas décadas se ha avanzado sustancialmente en el estudio del DIT desde la psicología, las neurociencias, las ciencias de la educación, la medicina y más recientemente desde la Antropología (especificamente la Etnografía). Desde estos estudios se plantea la relevancia de los vínculos y los contextos sociales en la forma en que se desarrolla el cerebro del niño, así como en su crecimiento físico y estado de salud posterior y en el grado desarrollo de sus capacidades afectivas, cognitivas y sociales. En este sentido, la importancia otorgada al ambiente o entorno -definido desde una perspectiva ecológica (Bronfebrenner, 1987) como una compleja constelación de variables psicosociales, biológicas, económicas, politicas, culturales e históricas- otorga vigencia y valor heurístico a los estudios etnográficos. La Etnografía –en tanto estudio de modos de vida contemporáneos- y las características propias de su metodología -microescala, enfasis en la perspectiva de los actores, privilegio de los procedimientos inductivos y uso oportunista de diversas técnicas cuali-cuantitativas- permiten aproximarnos a aspectos de la crianza y del desarrollo de los niños que no son fácilmente accesibles mediante otro tipo de abordajes. Los estudios etnográficos sobre la crianza han demostrado extensamente que los sentidos asignados a la infancia así como las experiencias infantiles y las trayectorias a las que dan origen difieren según el contexto en el que los niños viven y crecen. De modo que el objetivo central de la investigación etnográfica es describir y comprender los ambientes o “escenarios” culturales que influencian esas trayectorias y la vida cotidiana de los sujetos, las herramientas y recursos que los niños utilizan para desarrollarse en cada uno de ellos (Weisner, 1996; Remorini, 2009). Es decir, estudia el desarrollo infantil en el contexto de un modo de vida particular, del que es inseparable. Asimismo, la Etnografía permite dar cuenta de la diversidad y desigualdad existente en y entre estos entornos, contribuyendo a la superación de la idea de niñez universal para la cual se proponen políticas de supuesto alcance universal (OPS/OMS, 1999). En este contexto, la integración disciplinar y la colaboración intersectorial resulta de crucial importancia. Ello exige la discusión y revisión de conceptos y modelos teóricos aportados por diferentes disciplinas, enfocar el desarrollo infantil desde una perspectiva integral, trascender reduccionismos y diseñar investigaciones que integren metodologías diversas a fin de conocer y evaluar los diversos componentes del DIT. Teniendo en cuenta estas consideraciones, en este trabajo analizamos y discutimos las posibilidades de interfase entre la Etnografía y otras disciplinas que tradicionalmente se han ocupado del desarrollo infantil temprano, y a través de ello, examinamos algunos problemas comunes y perspectivas complementarias para su estudio. Focalizamos en los modos de abordaje, los conceptos y discursos que han prevalecido en cada campo disciplinar específico y en la necesidad de trabajar en las intersecciones, explotando el potencial de cada disciplina en la comprension de un proceso multidimensional. A modo de cierre, nos interesa reflexionar acerca del lugar del DI en las investigaciones etnográficas en Argentina por referencia al contexto internacional. Específicamente, destacar la necesidad de recuperación y revalorizacion del DIT como objeto etnográfico. A partir de ello, justificamos la indispensable inclusión de la Etnografía en el estudio interdisciplinario e integral de este tema, y proponemos, siguiendo a Shonkoff y Phillips (2000) la necesidad de un replanteo drástico de la relación entre la investigación científica y el diseño de politicas públicas y sobre el rol de los etnógrafos en éstas últimas.