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Comer y cocinar en una aldea Mbya
CRIVOS, M, MARTINEZ, M.R., REMORINI, C. y TEVES, L.
En ENCICLOPEDIA DE MISIONES. Posadas: .
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pzQ0/ysg
Resumen
Entre los Mbyá, como en toda sociedad, la comunidad a la que se pertenece instaura y sostiene, propicia, prohibe e impone modos y estilos de cocinar y comer que hacen a su identidad. Pero a la vez, en todas ellas se registran transformaciones a lo largo del tiempo en los hábitos y comportamientos en relación a la comida. Es así que la “cocina” Mbyá ha ido variando tanto en los ingredientes, como en los modos y estilos de preparación y consumo. En ella se destaca la variedad de recursos silvestres que los Mbyá han sabido utilizar a través de una larga historia de asentamiento en el ecosistema selvático, lo cual muestra su conocimiento profundo del monte y de la riqueza que aun hoy les ofrece. La cocina Mbyá se caracteriza por el uso de vegetales silvestres y cultivados, carne de animales del monte, los productos de la pesca y distintas variedades de miel. En el pasado el monte era un espacio del cual se podían obtener todos los recursos necesarios para la subsistencia. La narrativa Mbyá alude a sucesivas transformaciones en el ambiente que derivan en una merma en la disponibilidad de recursos. Hoy el monte -ka’aguy- no provee al igual que antes de los recursos necesarios para vivir “a la manera de los antiguos”. (Remorini, C, 2001). En el presente el “monte” refiere a lugares cada vez más alejados del emplazamiento de las casas. La acción del hombre “blanco”, a través de la actividad agrícolo-ganadera de los colonos y la explotación forestal, ha ido ganando los espacios naturales necesarios a la vida de estas comunidades (Crivos, M y M. R. Martínez, 1999). Estas explotaciones rurales contribuyen a la economía de la provincia de Misiones centrada fundamentalmente en cultivos industriales, preponderantemente de tabaco, yerba mate, té, tung y especies forestales maderables ( Crivos, M; Martínez, MR y Pochetino, ML, 2001). Sin embargo, el monte, los cursos de agua que lo recorren y las chacras –kokue-, espacios abiertos en él proveen hoy la mayor parte de los recursos utilizados en la alimentación del grupo. La estacionalidad de estos recursos afecta a la variedad de la dieta, las modalidades de preparación y consumo de los alimentos. De este modo el comportamiento vinculado a las comidas diarias muestra, entre los Mbyá, flexibilidad respecto al horario y los espacios destinados a algunas de ellas.
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