La literatura sobre el mercado de trabajo aborda tradicionalmente el componente heterogéneo del mismo en términos de diferencias sectoriales (formal – informal) o, de manera alternativa, en términos de precariedad laboral (inestabilidad y ausencia de registro del empleo) Ambas perspectivas aceptan que la economía y las instituciones sociales hacen posibles y necesarios diferentes puestos de trabajo, representando situaciones diferenciales de vulnerabilidad social para quienes los ocupan. En nuestro caso, el esfuerzo de diferenciar la composición sectorial y la segmentación en el mercado laboral, procura identificar y evaluar las diferentes formas de inserción e integración ocupacional de la fuerza de trabajo, según los distintos grados de complejidad, organización y penetración del desarrollo capitalista, medido en términos de capacidades sectoriales de integración productiva. Tomando en cuenta estas consideraciones, no parece recomendable evaluar los cambios en el nivel y la calidad del empleo a través de los indicadores tradicionales sobre el mercado laboral (actividad, empleo, desocupación, subocupación)De este modo se busca un acercamiento que brinde mayores elementos de análisis con el objetivo de hacer observables ciertas dimensiones vinculadas con la heterogeneidad sectorial y la segmentación laboral, que no se circunscriben estrictamente al registro o no registro de la actividad. Por ello nos proponemos en esta ponencia presentar una definición operacional para estos conceptos teóricos