La presente investigación tiene como objeto el estudio de la relación entre el desarrollo de las ficciones seriales audiovisuales en términos narrativos y su potencial crítico ligado a las nociones de duración y acumulación, propiciadas por el avance de las técnicas propias de los soportes televisivos y digitales. En otras palabras, intenta pensar las relaciones entre contenido y continente, el desarrollo de las series en función del entorno técnico del que son parte y la capacidad crítica que estas relaciones suponen. Esto es así porque entendemos a las series como un tipo de producción que da cuenta de fenómenos que exceden cualquier análisis meramente textual. Las series son una forma narrativa específica que comporta modos de producción y recepción específicos y, como toda obra serial cuyo arco narrativo se desarrolla a lo largo de temporadas y se extiende en el tiempo, no son productos cerrados. Por lo tanto tienen la capacidad de hacer pruebas, de tomar riesgos y de autocorregirse, teniendo en cuenta múltiples factores que se abordan en este trabajo. El análisis se enfoca en un corpus compuesto por una selección de episodios de las siete temporadas de The Walking Dead emitidas entre el año 2010 y el 2017, siguiendo las siguientes preguntas: ¿De qué modo se construye la relación entre monstruosidad y comunidad en la serie de televisión The Walking Dead, con respecto a los personajes sobrevivientes? ¿Qué configuraciones sociales y políticas se construyen a partir de dicha relación? Y ¿cómo esa construcción se relaciona con la serie en tanto forma narrativa específica que se caracteriza por su extensión en el tiempo como "obra en curso".