En enero del 2012, los medios y las redes sociales hicieron eco al unísono de la desaprobación que merecía una historieta producida por Gustavo Sala, publicada en el suplemento de humor del periódico Página/12. Bajo el nombre ?Una aventura de David Guetto. El dj de los campos de concentración en: FieSSta?, la tira se proponía, según el mismo autor, realizar una crítica a la cultura del ?pasarla bien bajo cualquier circunstancia? promovida por la cultura pop actual. Con este objetivo utilizó como móvil del chiste el contraste entre las fiestas electrónicas y los campos de concentración nazis. Frente a esto, la reacción de diversas organizaciones y personalidades fue la del disgusto, ya que consideraban que la tira ?banaliza el holocausto?. No obstante, la utilización por parte de Sala de la figura del campo de concentración como el escenario más inverosímil para una fiesta, deja traslucir una relación más profunda entre la memoria, el sentido común y los límites del humor, o en otras palabras, los principios de la ética. La pregunta que dirige este trabajo apunta a desentrañar ese sentido común, o forzando el concepto de Ricouer, esta ?memoria obligada?.