No es mi interés ejercitarme en artes proféticas para tratar de resolver una pregunta que supera, con creces, mi capacidad de entendimiento. Así que demos por sentado, por un instante, y esto ya es mucho, que la investigación jurídica en nuestro país se dirige hacia algún puerto seguro. ¿Cual sería este puerto? Algunos vientos y mareas sugieren este destino. Veamos, con las licencias propias de una opinión editorial, unas cuantas de estas notas características que, a mi modo de ver, van trazando un rumbo oscuro y poco prometedor. Derecho, investigación, investigación jurídica, capitalismo cognitivo.