Saber quiénes somos en un mundo cada vez más virtual donde la cibermediación y los algoritmos se han acoplado a nuestras vivencias cotidianas, se nos torna indispensable a la hora de pensar la relación entre nuestra cultura digital y la educación. En el nuevo ecosistema mediático las cibermediaciones recolectan datos dando forma a la huella digital de cada persona, las fake news nos inundan y el capitalismo de plataformas reconfigura nuestras acciones de consumo y nos reorganiza la vida. Encima de todo esto, la pandemia Covid-19 ha desnudado todas nuestras falencias, nuestras virtudes y nuestras miserias como sociedad; en lo aquí nos incumbe, ha puesto blanco sobre negro en cuestión de brecha digital, desigualdad y niveles de apropiación de las tecnologías. La educación remota de emergencia nos deja mucho que pensar y reconsiderar de los modos de enseñar (y de aprender). En el presente artículo analizamos esos cambios y proponemos la implementación de una didáctica transmedia que nos permita planificar experiencias de aprendizaje expandidas, más ricas y significativas que detonen prácticas elucidadas en torno al vínculo que generamos con las tecnologías y con la vida en la cultura digital, los imaginarios que gobiernan esos vínculos y las posibilidades fácticas de intervención que tenemos como ciudadanos.