Desde mediados de los setenta se verifica un proceso de desestructuración del mercado laboral que encuentra su punto culmine en la crisis de 2001. A partir de 2003 nos enfrentamos a un sustancial recupero de las condiciones de vida de la población en general, con mejoras en la totalidad de las variables del mercado de trabajo ya sea en calidad e ingresos. Sin embargo, a partir del año 2008 los indicadores comienzan a mostrar un comportamiento menos dinámico que lo verificado a la salida de la crisis. En función de esto, se ha generado un debate respecto a si el crecimiento de nuestro país ha encontrado un techo o no, y en el caso afirmativo, surge la pregunta en relación a qué es lo que provoca este límite. En este marco, la idea central que guía la presente investigación es que la baja productividad relativa de Argentina en comparación a la media puesta en funcionamiento en el proceso de acumulación mundial necesita una forma de compensación para que los capitales que operan a nivel interno logren valorizarse a la tasa media de ganancia. Esto se daría, en parte, en base al recorte de las condiciones de reproducción de la fuerza de trabajo. De esta forma, se realizará un diagnóstico relativo a la evolución de la creación y la calidad del empleo que se contrastará con las condiciones de producción de los capitales individuales al interior de las ramas de producción, por medio del análisis de la productividad sectorial, para identificar si estamos en presencia del límite mencionado anteriormente.