Cuando en el Libro I de El Capital Marx advierte que la acumulación originaria es la precondición de la acumulación capitalista y atribuye el impulso de esta acumulación originaria a una serie de procesos violentos ocurridos entre los siglos XV y XVIII mediante los cuales el capital fue concentrándose cada vez en menos manos; lo hace desde el punto de vista de los cambios que se generan en el proletariado asalariado masculino.Sin embargo, tal como dan cuentan las perspectivas críticas de autoras feministas como Silvia Federici y Christine Delphy, no existe en el análisis de Marx una problematización de los cambios que la acumulación originaria genera en la posición social de las mujeres y en la reproducción de fuerza de trabajo doméstico (no remunerado), como precondición para la acumulación de capital por parte del Estado, y de la sujeción de las mujeres a las actividades que éste les asigna. Tareas vinculadas al hogar, bajo el supuesto esencialista según el cual existe una predisposición ?natural? de las mujeres a desarrollar las mismas.Palabras claves: marxismo- feminismo- capitalismo- patriarcado