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Steven Mithen: The Singing Neanderthal. The Origin of Music, Language, Mind and Body
Ana Tropea y Favio Shifres.
Revista Transcultural de Música, vol. 1, núm. 1, 2010, pp. 1-7.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/puga/oRq
Resumen
El origen de la música y su posible vinculación con el origen del lenguaje ocupa buena parte de las agendas de una cantidad importante de disciplinas que van desde la Musicología y la Lingüística -por derecho propio-, hasta la Genética, la Arqueología, las Neurociencias y la Inteligencia Artificial. Steven Mithen reúne gran parte de este corpus de conocimientos en su libro The singing Neanderthal. The origins of Music, Language, Mind and Body. Mithen es profesor de Arqueología en la Universidad de Reading (Reino Unido) y ha dedicado gran parte de su labor como investigador al estudio de la mente humana desde una perspectiva evolutiva. En ese camino, este libro surge de una reconsideración de la importancia que la música pudo haber tenido en la historia evolutiva de nuestra especie, y que su libro anterior, The Prehistory of the Mind: A Search for the Origin of Art, Science and Religion, de 1996, había soslayado. En tal sentido, polemiza con Steven Pinker (1997) para quien la música es una tecnología que hace uso de capacidades que evolucionaron conforme a presiones selectivas que dieron lugar a otras funciones, particularmente el lenguaje, sin ningún efecto sobre los aspectos claves de la biología y la cognición que nos distinguen como especie. Su argumento principal se basa en la hipótesis de la existencia de un sistema de comunicación en el linaje homínido (al menos a partir de Homo ergaster) que habría sido al mismo tiempo el antecesor directo de la música y el lenguaje del hombre moderno. El potencial comunicacional del sistema resulta del enlace de atributos sonoros y gestuales utilizados como un todo con un fin orientado a la acción. Las características distintivas del sistema propuesto por Mithen son sus cualidades de Holístico, manipulador, multimodal, musical y mimético, razón por la cual, el autor lo denominó Hmmmmm. Por su cualidad de Holístico el Hmmmmm se diferencia de los lenguajes composicionales. Un lenguaje composicional está integrado por un número reducido de unidades discretas combinadas de manera cuasi infinita en unidades compuestas de orden jerárquico superior, siguiendo un conjunto de reglas o gramática. Desde esta perspectiva, una protolengua gozaría de un conjunto de unidades discretas aunque su gramática fuera limitada. Esta perspectiva también ha sido propuesta para la protomúsica (c.f. Brown 2000, Merker 2002). Contrariamente, en un sistema holístico los enunciados son mensajes cuya complejidad no es susceptible de descomponerse en elementos autónomos de orden subordinado. Especulando así el origen de la música, la propiedad combinatoria de unidades discretas menores sería derivada de un proceso de segmentación de previos enunciados musicalmente caracterizados. Por el contrario, otras teorías proponen el surgimiento de los rasgos musicales a partir del establecimiento de unidades sonoras atómicas discretas (Brown 2000). El Hmmmmm era manipulador. Sus enunciados no podían entenderse en términos simbólicos, aludiendo directamente a objetos del mundo, sino que estaban orientados a intervenir en la conducta de los congéneres. Por su carácter multimodal los enunciados consistían en configuraciones de sonido y movimiento en los que el significado holístico era conllevado como un todo a través del conjunto de modalidades perceptuales implicadas. El sistema poseía cualidades claramente musicales: regularidades temporales (ritmo y metro), secuencias melodiosas de alturas, una organización basada en principios de equilibrio y coherencia, la utilización de atributos expresivos (probablemente dinámicas y variaciones temporales y tímbricas), entre otros. Interesantemente los enunciados del Hmmmmm eran resultado también de actividades conjuntas por lo que lograban, al igual que la música en la actualidad, vincular a los participantes a través del contenido emocional conllevado, y favorecer la construcción de una identidad colectiva. Finalmente, el sistema era mimético: la información comunicada reflejaba también aspectos del entorno natural y de la actividad humana haciendo uso de múltiples tonos de voz, expresiones faciales, movimientos y posturas corporales, etc. En ese sentido, los enunciados del Hmmmmm eran representacionales, intencionados, deliberados y concientes. Esta cualidad mimética constituye un nexo entre los sistemas de comunicación de los simios y los humanos modernos y habría sido clave en la creación de utensilios, la dispersión hacia otros territorios, y otros logros culturales tales como el dominio del fuego, la organización de la caza mayor, etc. Aunque la cultura lingüística terminó eclipsando a la anterior cultura de naturaleza mimética, numerosos rasgos de ésta permanecen como patrimonio de los sistemas de comunicación en el hombre moderno y resultan esenciales a ellos.
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