Actualmente existe una vasta cantidad de literatura avocada al estudio del origen filogenético de la musicalidad, en tanto rasgo de la cognición humana. Sistemáticamente, los datos presentados en estos trabajos son interpretados a la luz de un marco teórico importado desde las ciencias biológicas: la Teoría Evolutiva. Surgen así diversos escenarios, fascinantes y a su vez especulativos, que intentan explicar científicamente el cómo, cuándo y porqué del surgimiento de este rasgo cognitivo en el curso de la evolución de nuestro linaje. La selección natural, la adaptación, los ?problemas? presentados por el ambiente, las comparaciones con otras especies de animales ?sociales? son elementos comunes que dan sustento a dichos escenarios. Sin embargo, un análisis riguroso de los mismos llama a una profunda reflexión: ¿pueden los conceptos centrales de la biología evolutiva a nivel poblacional explicar el surgimiento de un rasgo a nivel macroevolutivo como la musicalidad humana? ¿cuáles son sus alcances y limitaciones? ¿sobre qué supuestos descansan estas reconstrucciones? ¿cómo pueden articularse los datos tomados a nivel ontogenético para explicar la historia filogenética de la musicalidad humana? Todos estos interrogantes motivan el presente capítulo, que intenta sintetizar los principales puntos de discrepancias entre el marco teórico empleado por la Psicología Evolutiva y la actual concepción evolutiva a nivel biológico. Este breve recorrido pone de manifiesto la necesidad de establecer puentes interdisciplinarios más profundos y rigurosos. En este sentido, abordajes que contemplen la riqueza del marco teórico evolutivo contemporáneo, su estructura y sus debates pueden ayudar a desarrollar nuevas e interesantes miradas sobre el origen de la musicalidad en nuestro linaje