Conforme el paradigma moderno de conocimiento, la institución conservatorio surgió a finales del siglo XVIII para validar y controlar el conocimiento musical socialmente aceptable, de un modo paralelizables con las que la noción de ciencia impone en el campo cognitivo-instrumental. Avanzado el siglo XX, el saber musical se incorpora a la universidad de acuerdo con los modelos modernos elaborados por el conservatorio: el establecimiento de disciplinas musicales y la consolidación de métodos de matriz cartesiana para ellas. Este paradigma de pensamiento a menudo no se superpone con toda la realidad musical de la sociedad. Sin embargo, es posible que siga modelando los imaginarios relativos a la validez y el prestigio del conocimiento musical. En este trabajo indagamos sobre tales imaginarios en los estudiantes (N=530) que buscan ingresar a las carreras de música que ofrece la universidad (UNLP), a partir de sus respuestas a un cuestionario especialmente confeccionado. El análisis de sus respuestas revela que ese imaginario está modelado por los elementos fundantes de la noción moderna (eurocentrada) de música. Así se destacan la construcción y vinculación con un conocimiento que atañe al sujeto individual, de acuerdo con los principios establecidos por el método, y a partir de la premisa de que la música se circunscribe a una configuración reglada de sonidos. Notablemente, estos ideales parecen condicionar las razones que llevan a los estudiantes a la universidad, dejando por fuera otros elementos que aparecen vinculados a sus respectivas vidas musicales.