El presente trabajo se propone una reflexión acerca del sentido y fundamento de la enseñanza de la economía en el sistema educativo. La tesis de inicio es que la relevancia de la economía como conocimiento valido para ser enseñado, adquiere su legitimidad a partir de asumir que la educación debe ser una práctica liberadora, capaz de formar sujetos con capacidad crítica y autónoma para tomar decisiones en la vida social, en favor de sus intereses. Es el fundamento pedagógico quien debe orientar la resignificación y reproducción del conocimiento económico en las prácticas docentes. Esto es posible si reconocemos que la educación es una práctica social, humana y por lo tanto política e intencionada, así, en el ejercicio de la docencia siempre subyace una particular forma de pensar los sentidos de la educación que altera radicalmente la forma de posicionar a la economía. Es un hecho la colonización de las ideas neoliberales en el campo de la economía, donde se impone una matriz neoclásica como epicentro de las ideas, y por lo tanto se le arranca su carácter social, histórico, político, distante de los problemas sociales, incapaz de un tratamiento interdisciplinario. Esta es la matriz imperante en los programas de formación de los docentes en el área, como en los programas de educación secundaria. Asumiendo la necesidad de una educación que habilite contrasentidos a los que imponen los medios de comunicación hegemónicos y en pos de la autodeterminación de los sujetos que forma, es que la economía política debe recocerse como fundamento valido para ser enseñado. Si no es así ¿tiene sentido seguir ponderando el conocimiento económico?