El objetivo de esta presentación es reconstruir y compartir la memoria de una experiencia piloto de gestión alternativa de los residuos que, desde el año 2020, se encuentra vigente en la ciudad de Río Cuarto. Nos referimos a Ecovecinos, una red que nuclea a más de 150 familias, localizadas en el B° Banda Norte, quienes por impulso de un grupo de vecinos y en articulación con una cooperativa de recuperadores urbanos, sostiene una experiencia autogestiva de reciclado con inclusión social. La experiencia supone la puesta en marcha de un circuito que incluye la separación domiciliaria de los residuos secos (principalmente cartón y papel, plásticos, vidrios y metales), su recolección diferenciada y la puesta a disposición de los materiales a una cooperativa de recuperadores quienes realizan la clasificación final y comercialización de los materiales reciclados. Además, la cooperativa se encarga de sistematizar cada entrega generando información útil para mejorar el desempeño de las etapas previas, y evaluar los límites y alcances de esta experiencia con vistas a incidir en la formulación de políticas públicas. Ecovecinos comenzó en el año 2020 con el objetivo de ensayar otras formas de tratamiento de los residuos, más sustentables. El actual modelo de gestión municipal de los residuos resulta insustentable en términos económicos y ambientales, y no contempla a los cientos de familias y organizaciones de recuperadores urbanos que, desde hace décadas y en condiciones de altísima vulnerabilidad, vienen reciclando (sin remuneración alguna) gran parte de los residuos de la ciudad. Inicialmente, el proyecto contaba con el apoyo económico de un partido político local y a partir del 2021 se comenzó a autofinanciar exclusivamente con el aporte mensual de los ecovecinos participantes y el trabajo ad honorem de un pequeño grupo de vecinos quienes garantizan las tareas de logística. A la fecha llevan realizadas más de 73 recolecciones, lo que suma un total de 25 toneladas (25.000 kilos) de residuos reciclados que no fueron enterrados y reingresaron al circuito productivo. Más de 4800 ecobotellas (confeccionadas con plásticos de un único uso), de las cuales la mayoría fueron utilizadas para aislación térmica en dos construcciones sustentables y casi 40 kg de tapitas las cuales fueron entregadas a una Fundación y otra parte fue utilizada como sistema de drenaje de un techo vivo. En simultáneo, intentan implementar acciones educativas orientadas a la revisión y transformación de los hábitos de consumo de los integrantes de la Red, con el objetivo de concientizar sobre la urgente necesidad de reducir, reutilizar y reciclar los residuos generados diariamente. La experiencia desarrollada hasta la fecha requiere de un trabajo de re-construcción de una memoria que, a partir del recupero y análisis de documentos y testimonios, pueda dar cuenta del proceso desplegado y colaborar, en última instancia, en la sistematización de la experiencia.