Este trabajo aborda los cambios que se produjeron en la tradición de la literatura testimonial del Cono Sur y, junto con ello, en la concepción del rol social de los intelectuales, tras la derrota de los proyectos revolucionarios de las décadas de 1960 y 1970. El objetivo es indagar las obras de Pedro Lemebel, María Moreno y Leila Guerriero a los fines de observar cómo se manifiestan en sus páginas las transformaciones ocurridas en el plano de los vínculos entre política y literatura, en la concepción de las potencialidades representativas del lenguaje y, por último, en el imaginario del compromiso social de los sujetos letrados. Para ello, como estrategia metodológica, el trabajo abordará una selección de textos publicados entre las décadas de 1990 y 2010 con el propósito de analizar comparativamente las temáticas, enfoques y recursos estéticos que caracterizan las estrategias de escritura de estos autores. La hipótesis es que lejos de abandonar el ethos que consideraba a la literatura como un espacio clave para la producción de discursos capaces de hacer aportes al cuestionamiento del sistema capitalista, esa práctica se reconfigura en sus textos desde una perspectiva que rompe con toda pretensión mimética, binaria y portadora de verdades para ejercer su disenso desde la definición de la ambigüedad, y su consecuente falta de certezas sobre el devenir histórico, como condiciones sine qua non del ejercicio intelectual y, a su vez, como un resguardo imprescindible frente a las exégesis dogmáticas que habían caracterizado a las escrituras testimoniales en el período previo. Así, lo que se observa en sus obras es un conjunto de operaciones de desmontaje del testimonio en sus fundamentos de verdad, coherencia, transparencia y poder de representación para focalizar en sus lagunas, vacíos o inconsistencias argumentativas, esto es, en la dificultad del narrador y los protagonistas del relato para abarcar y agotar la multiplicidad de significados que suponen todos los hechos sociales.