Resumen La información nutricional en el etiquetado de las bebidas y productos alimenticios –con la excepción de aquellos que se venden en el apartado de frutas, hortalizas y alimentos frescos a granel− ha alcanzado en las últimas décadas un grado de minuciosidad significativo. Ya obligatoria por disposiciones legales en lo que hemos venido en llamar el mundo desarrollado, la trasposición de dicha normativa al resto de países va teniendo lugar de forma paulatina en el ámbito de los productos envasados. Constituye una paradoja, al menos formal, que con la disponibilidad de dicha exhaustiva información nutricional y atendiendo al nivel educativo de la población media, la obesidad se encuentra entre las dolencias emergentes, cada vez con mayor transversalidad social. Dicha realidad en los países desarrollados es todavía más sorprendente si se toman en consideración las campañas de sensibilización y la comunicación médica, a título personal, sobre este fenómeno. Con un exhaustivo trabajo de documentación sobre la progresión de la obesidad, el presente artículo pretende responder a la pregunta de si la obesidad se debe plantear como desorden alimentario, como respuesta dependiente y reactiva a causas emocionales, o bien como opción personal retroalimentada por un mimetismo que, a su vez, se apoya en un importante crecimiento relativo de la población incluida en el segmento “obeso”, de forma transversal, es decir, sin estar asociada a estratos poblacionales categorizados por su poder adquisitivo, como tradicionalmente se venía observando. Palabras clave: Información nutricional, Obesidad, Opción personal, Paradoja, Transversalidad social. Abstract Nutritional information in the labeling of food products and some categories of drinks −with the exception of those that are sold in bulk, mainly in drugstores or local markets− has reached in the latest decades a significant grade of thoroughness. Already required by legal provisions in what has been called the developed world, the implementation of this regulation to other countries is taking place, gradually and specifically, mainly in the area of packaged products. It is a paradox, formal at least, that with the availability of such comprehensive nutritional information and according to the educational level of the population, obesity is becoming an emerging problem, more and more with greater social transversality. That reality in developed countries is even more incoherent taking into consideration campaigns of awareness and personal medical communication about this phenomenon. By means of an extended job of documentation on the recent progression of obesity, this article aims to answer the question of whether obesity should be raised as a food disorder, in dependent reactive answer to emotional causes, or as a personal choice self-fulfilling by a mimicry which, in turn, relies on a significant relative growth of the population included in the segment "obese", in transversal form, that is without observing only its association with certain social segments with lower power purchasing, as traditionally obesity was associated. Key words: Nutritional Information, Obesity, Personal Choice, Paradox and Social Mainstreaming.