Ingresar al mundo de lo que llamamos “arte religioso” en el Oriente Cristiano medieval, y más al análisis sobre la cuestión del Icono, ofrece no pocas trabas para el estudio; en virtud de lo inicialmente lejano de su concepción a la vez que muchos de sus aspectos devocionales diferentes entre el Occidente y Oriente cristianos a la vez que algunos autores latinos analizan el arte sacro ortodoxo con una similitud de esquemas mentales y/o metodológicos a los del arte religioso occidental. Si bien la Iglesia de Roma no cultiva en demasía la veneración de los íconos, para la Iglesia Ortodoxa Griega y Rusa son fundamentales, quedando en claro a poco de empezar el análisis que a estas imágenes se les otorga un Poder peculiar conferido por una fuerza superior, convirtiéndolos en Sacramentales, escapando netamente a cualquier cuestionamiento frívolo respecto de su factura y temática Como objetos de arte sacro. A partir de aquí, cada paso que propongamos dar no será motiva¬do por el gusto de ningún comitente ni modalidad estilística, sino por los encuadramientos de la Teología de la Encarnación (con la más humilde de las actitudes y formas de acercamientos, en virtud de no tratar aquí algo cuyo objetivo sea asentar precedente doctrinal) que eleva a rango de dogma cada pincelada sobre cualquiera de estas tablas. Es nuestra intención en este artículo, tratar de aproximarnos a conocer la profunda importancia y significado de esta manifestación de fe, que en modo alguno puede tratársela en términos de “arte” con el conven¬cional sentido lúdica o expresivo que le adjudicamos en Occidente, sino que hay que hacerlo como una obra producida y plasmada bajo una perdura¬ble estructura de formas y color, quedando para el espectador, no el goce estético de la obra contemplada, sino una faceta más de la comunión con la Divinidad, en virtud de hacer sensible y explícita la Hipostatía y la Encarmación del Verbo. Trataremos, en fin, de dilucidar la disyuntiva que nos acompaña desde el título: el Icono es una Imagen del Poder o el poder de la Imagen lo convierte en salvífico? Aunque parezca un acertijo, las conclusiones pueden dispararse hacia puntos opuestos o encontrarse finalmente en la concepción de una polisemia que se funde en un único sentido interpre¬tativo.