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Santos paleocristianos inexistentes; iconografía y devoción de lo inventado
Jorge Rigueiro.
En Mito e historia I. El umbral del tiempo. Mar del Plata (Argentina): Suarez SRL.
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Resumen
A lo largo de la Edad Media, muchos santos han ido surgiendo dentro de la Iglesia y sobre todo luego del que podríamos denominar “gran ciclo de los mártires”, superado el S IV. Estos nuevos santos aparecieron por numerosas causas, las más de las veces, por la fuerza de la fe y la convicción religiosa; pero hay casos de santos que fueron la transposición de una imagen pagana transformada en santo o ángel; productos ficticios (con reliquias veneradas posteriormente, incluso) o, en el menor de los casos, figuras históricas transformadas en santos o santificadas luego de su muerte con profundas finalidades políticas. Este es el caso de los llamados santos “nacionales” que se corresponden, por ejemplo, con los reyes que iniciaron o completaron el proceso de evangelización de sus respectivos pueblos, más allá del siglo VII y en ocasiones, su pretendida santidad pasa episodios de propaganda nacional o de corte nacionalista moralizante de personajes muy distante del modelo “corriente” de santidad. Los santos que nos interesan en este estudio se han erigido en muchos casos como emblemas nacionales o de ciudades, pero tienen un origen completamente diverso del antedicho. Son santos erigidos a través de la costumbre o de deformaciones de lecturas pías que dieron lugar a unificación de personas diversas en una, creaciones de obispos para enriquecer su sede con reliquias famosas e incentivar su culto, o leyendas forjadas y luego pasadas al escrito en fuentes “serias” y “confiables”, canonizando finalmente un grupo de ideas que tomó la forma de una persona humana y a la cual se le dotó de una vida, transformada luego en hagiografía. No pretendemos analizar a todas las hagiografías existentes de santos de dudosa existencia, pero partiendo de una fuente venerable, la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine (1230-1298), encontraremos un riquísimo material analítico por el cual veremos algunas vidas de santos paleocristianos gentilmente edulcoradas para aleccionar y edificar espíritus.
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