Frente a la crisis, la racionalidad liberal posmoderna aprendió que no necesita de justificaciones metateóricas para subsistir y que puede recuperar fuerzas en la elusión más que en la negación: no se trata tan sólo de decir que algo no existe, es suficiente hablar como si eso no existiera, hablar de otra cosa. Se trata, incluso, de construir verosímiles que no contrastan con la realidad. Como advierte L. Wacquant los sectores marginales ya no pueden ser designados más que negativamente. El principal problema, desde el punto de vista político, es que “las categorías por las cuales la gente se reconoce son un trabajo simbólico y político. No emergen espontáneamente de la posición social. Hoy no hay nadie que haga este trabajo de unificación política”. Al mismo tiempo, la reconfiguración del orden económico mundial obliga los estados a redefinir sus roles, especialmente en lo que concierne a la garantía del bienestar social, y genera una nueva espacialidad: la red transnacional de las ciudades-mundo (S. Sassen). Así se construyen los mapas: en lo que eluden está la eficacia de su relación con el territorio. Un mapa no es una metáfora: es un dispositivo semiótico complejo que permite hacer un uso hegemónico específico de un territorio determinado. No es la adecuación lo que define su valor: ningún mapa lo dice todo y siempre fuerza lo que representa. En el scorzo está su claridad. Desde esta perspectiva abordaremos un caso que consideramos emblemático: la recolección de residuos en la ciudad de Buenos Aires. Por un lado, se trata de una actividad marginal que terminó convirtiéndose en un mercado competitivo y de nuevo excluyente. Por otro, algunas empresas privatizadas vieron la ventaja del negocio y lograron obtener beneficios económicos aún de las clases más excluidas: el tren blanco, de TBA, es un claro ejemplo. Por último, la precarización laboral de la última década obligó a un remapeo de la realidad: para adecuar sus estadísticas a las exigencias de los organismos internacionales, el Estado otorga al cirujeo estatus de trabajo y lo incorpora a sus mediciones para disminuir algunos puntos los índices de desempleo.