En el trabajo ?La crítica republicana de Kant a la religión institucionalizada?, Macarena Marey analiza los motivos de la convivencia, en apariencia paradójica, de una defensa del derecho de la libertad religiosa de personas y pueblos con la crítica a ciertas formas de institucionalización de los dogmas religiosos en los textos políticos de Kant de la década de los 1790. Se propone la tesis de que, en lo que atañe a su significado práctico-político, la concepción kantiana de la religión implica una crítica a toda forma de religión institucionalizada, y que esta crítica tiene su fundamento principal en una razón política inherente al ideal republicano kantiano. En virtud de esto último es que puede finalmente decirse que al oponerse al poder político de las iglesias, Kant no tenía la intención de minar la libertad de religión como un derecho que pertenece a todas las personas; tenía el propósito de proteger el autogobierno republicano de la voluntad general ?único modo de hacer posible que las personas gocen de derechos de manera efectiva en primer lugar- de los que, para Kant, son efectos inicuos de la influencia pública de las doctrinas eclesiásticas. En resumen, la tesis interpretativa de este trabajo consiste en que tanto la oposición de Kant a la religión institucionalizada como su defensa de la libertad religiosa se basan no solamente en razones morales conectadas con su concepción de la autonomía humana y no solo en razones teoréticas referentes al tópico qué es religión, sino también (y principalmente) en razones políticas propias de su concepción de la legitimidad política.