La discapacidad es un concepto que se construye socialmente. El término como tal es considerado a partir de la década de 1970. La evolución histórica del concepto que hoy representa la “discapacidad” dependió de la interpretación social, religiosa, cultural, política y económica de cada época. La Organización Mundial de la Salud propone conceptualizaciones para definir la discapacidad, que resultan superadoras una de otra, pero que discursivamente se ligan a una perspectiva médica, centrada en el diagnóstico profesional y los servicios de salud. Así también, la constante necesidad de las Leyes Uniformes y Normas Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (1). Las personas con discapacidad, y en especial los jóvenes y adolescentes, deben estar contempladas en la generacional de acciones para la participación social y equiparación de oportunidades con el objetivo de garantizar igualdad en el acceso, ratifican constantemente la posición teórica que existe un otro, un individuo, que porta una condición, una diferencia, una secuela o una falta, que Angelino describe como “una dificultad, que es material, tangible e incorregible, y de lo que se trata, entonces, es de posibilitar que en esas condiciones los sujetos puedan acceder a cierto tipo de circuito de participación e inclusión social” (Angelino, 2009, p. 45). La discapacidad se expone como una producción social, que al igual que el concepto de normalidad, se han constituido socialmente. (2) La Educación Sexual Integral (ESI), se encuentra atravesada por cinco ejes en su concepción de abordar de manera integral a todas las dimensiones humanas. (3) Estos ejes son: - Reconocer la perspectiva de género - Respetar la diversidad - Valorar la afectividad - Ejercer nuestros derechos - Cuidar el cuerpo Al igual sucede con la perspectiva de genero, para abordar la problemática de la sexualidad de las personas con discapacidad nos posicionarnos desde el Modelo Biopsicosocial y el paradigma de los Derechos Humanos. A lo largo de este desarrollo nos iremos encontrando con mitos, prejuicios y tabúes sobre la temática, al mismo tiempo, nos ofrecerá nuevos conocimientos sobre la ESI y nuestra labor docente.