La mortalidad infantil (MI) en Argentina muestra un patrón de descenso sostenido, alcanzando en el año 2016 los 9,7 por cada 1000 nacidos vivos, sin embargo las desigualdades al interior del país aún persisten. El noroeste argentino (NOA) es reconocido desde hace años como área prioritaria por el Estado para la aplicación de las políticas públicas en la reducción de la MI. Las muertes infantiles pasibles de ser reducidas representan el 60% actualmente en el país (Finkelstein, y otros, 2015) .Este trabajo se sustenta en un marco conceptual específicamente referido a la niñez elaborado por Irwin, Siddiqi, y Hertzman (2007) para la Comisión sobre los Determinantes Sociales de la Salud (CDSS). Dicho marco conceptual toma elementos del propuesto por la CDSS, y fue realizado como un medio de enmarcar los tipos de entornos (y, por tanto, las experiencias) que son integrales y vincularlos con los procesos biológicos con los cuales interactúan para determinar los resultados de la niñez. Se trata de esferas concéntricas, cuyo centro es el individuo, hacia afuera se encuentran la familia y la vivienda; las comunidades residenciales y relacionales; los programas y servicios para el Desarrollo de la Primera Infancia (DPI), y los ámbitos regional, nacional y mundial. Cada una de estas esferas que no son jerárquicas sino que están interrelacionados, incluyen factores sociales, económicos, culturales y de género que inciden en sus cualidades enriquecedoras (Irwin, Siddiqi, & Hertzman, 2007).Múltiples trabajos explican la relación entre las condiciones sociales desfavorables y la mortalidad (OMS, 2009), particularmente sobre la salud infantil no solo en países desarrollados (Wagstaff, 2000), sino también en Latinoamérica (Behm, 2011; Benavides, 2008; Lopez Pardo, 2007) y en Argentina (Etchegoyen & Paganini, 2007; Buchbinder, 2008; Bolsi, Longhi, & Paolasso, 2009; Longhi, 2011; Terrasa, Rubinstein, Giraudo, & Bortman, 2005).En ese sentido, el Norte argentino es la región más pobre, y esto no ha experimentado un cambio significativo en las últimas décadas (Bolsi, Longhi, & Paolasso, 2009). Y si bien dentro del Norte argentino el Noreste ha sido históricamente la región más afectada por la MI, en este estudio nos enfocaremos en el Noroeste Argentino (NOA) como otra de las zonas que debe avanzar en la reducción de la MI. Respecto al nivel de la mortalidad infantil, si bien, el 41% de los departamentos de esa región habían mostrado una tendencia marcadamente decreciente en el nivel de la mortalidad infantil entre los años 1994 y 2003 (Vega, Torcida, & Velázquez, 2006), alguno de ellos presentaron tasas (2005-2008) superiores a 40? nacidos vivos (NV) e incluso mayores a 100 ? NV (Abriata & Fandiño, 2010). En un trabajo que estudió la MI (2000- 2010) y sus determinantes en Argentina se detectaron zonas de riesgo de mortalidad neonatal y postneonatal en el NOA, donde se observó que gran parte de sus departamentos presentaba condiciones de carencia en relación a los determinantes intermediarios de la MI tomados del censo 2001 (Bertone, 2014). Esta propuesta se desprende de esta última investigación como una forma de conocer la situación más reciente no solo sobre el nivel de la MI sino de esos determinantes, y al mismo tiempo enfocarse en las causas de muerte que se consideran actualmente reducibles. Respecto a estas causas de muerte, algunos trabajos abordaron su estudio en la región y señalan las defunciones por causas reducibles -anteriormente llamadas evitables- tienen una alta representación en el NOA (Alvarez, 1998; Rojas Cabrera, 2012; Bertone, Andrada, & Torres, 2013).El objetivo de esta investigación es valorar los determinantes sociales intermediarios de la mortalidad infantil (MI) neonatal y postneonatal según causas de muerte reducible, que se registra en el Noroeste Argentino (NOA) entre los años 2010 y 2014. Para lo cual se identifican los departamentos o conjuntos de departamentos de alto riesgo para la MI reducible y se comparan con los determinantes sociales intermediarios de la salud de aquellos que no conforman áreas críticas.Se propone un estudio ecológico en el cual se utilizará como fuente de datos el censo de población, hogares y viviendas del 2010, y estadísticas vitales entre el año 2010 y 2014. Se tomarán variables censales que reflejan situaciones de carencia en algunos determinantes sociales intermediarios de la mortalidad infantil, las cuales han demostraron una asociación con la mortalidad infantil a nivel departamental en Argentina (Bertone C. L., 2014). Se realiza el análisis espacial, mediante el software libre Satscan . Esta técnica se basa en el supuesto de que los casos se distribuyen como una distribución de tipo Poisson, que es la distribución probabilística utilizada para analizar variables discretas que representan eventos raros (Kulldorff, 1997) con el fin de detectar y ubicar zonas con una frecuencia de ocurrencia de defunciones infantiles por causas reducibles mayor de la esperada. Se tendrá los Criterios de Reducibilidad de la mortalidad infantil del 2010 (Ministerio de Salud de la Nación, 2012). Se estudian los determinantes de los aglomerados de departamentos de riesgo detectados y se compararán con los departamentos que no pertenecen a dichas áreas de riesgo mediante una técnica multivariante de datos.Se sostienen como hipótesis que existen mayores situaciones de carencias en algunos determinantes sociales intermediarios de la mortalidad infantil en aquellos departamentos de mayor riesgo de morir por causas reducibles. Se espera detectar áreas o departamentos críticos en los que se identificará aquellos determinantes sociales más asociados a esos niveles de mortalidad infantil reducibles. Identificar estas regiones permitirá pensar y planificar estrategias para paliar la situación. Se espera que este trabajo sea el puntapié inicial a otras investigaciones que profundicen qué instituciones, actores y otros determinantes no estudiados en este trabajo.