El artículo examina, a la luz del ideario estético articulado por el grupo de escritores de la revista Poesía Buenos Aires (treinta números, 1950-1960), el volumen de poemas Breves, de Francisco Urondo, editado por el sello editorial de esa publicación en 1959. A partir del análisis de los poemas, se advierte que la estética de esta obra se aproxima a la práctica de la vanguardia invencionista articulada por los integrantes de Poesía Buenos Aires, publicación en la que el autor participa en carácter de colaborador permanente. La obtención de una frase autónoma, con vida propia, se realiza en los poemas de Breves mediante un ejercicio de despojamiento de todo aquello que pueda restar ligereza a la lengua poética, enajenándola. No hay prácticamente anécdota y predominan las imágenes concentradas, precisas. Por otra parte, la estructura de los poemas contribuye a generar cierta cadencia, cierta expectación. El aislamiento de las palabras, producto del corte abrupto de cada verso, introduce un tiempo suspendido y a la vez, abierto a la posibilidad de transformación. El uso de las minúsculas al comienzo de los versos y de los signos de interrogación contribuyen a la conformación de un discurso lírico que evita las definiciones taxativas y permanece más bien en un estado de indefinición. Con base en estos lineamientos, el artículo postula que la poética invencionista practicada en estos poemas constituye una de las formas en que Urondo intenta resolver la problemática relación entre práctica simbólica y experiencia vital, cuestión también cara a los escritores de Poesía Buenos Aires.