En la investigación de los dos grandes modelos que caracterizan el pensamiento político, a saber, el modelo clásico (griego o aristotélico) y el modelo jusnaturalista (hobbesiano), el artículo en cuestión, distinguiendo en el ámbito de aquel las teorías idealistas y realistas, emprende un enfoque que en las fronteras de este último subraya desde la cuestión que involucra "¿Cómo nació el Estado?", propuesta por la perspectiva historicista (paradigma aristotélico), que trae como fundamento al hombre como "animal político", hasta la lectura racionalista (parámetro hobbesiano) , que agita con el problema "¿Por qué existe el Estado?", identificando al hombre como un ser naturalmente antisocial, subrayando que si el bien común determina la visión platónico-aristotélica, la lectura hobbesiana instaura una lógica que emerge a través del contrato social y señala la tendencia natural de la autopreservación como fundamento de la acción humana, consistente, en suma, en la transición del orden mecánico de la materia orden final de la voluntad.