En poco tiempo el kirchnerismo reconfiguró el terreno en el que se desarrolla la política –en el que se tratan lo asuntos de la polis- y puso a los movimientos sociales en un nuevo contexto de acción. Las acciones del kirchnerismo (incluimos discursos, prácticas y gestos como dispositivos de producción de sentido) tuvieron un efecto reestructurante del escenario en que se desarrolló la contienda política. El dispositivo kirchnerista articuló dimensiones heterogéneas como estrategia de construcción de poder. Aquí nos interesa la estrategia hacia los movimientos sociales la cual imbricó tres lógicas: la propia del movimiento social, la lógica institucional y la lógica populista.